Las borracheras, la mayoría de las veces, nos dejan muchas anécdotas graciosas que podemos contar en otras reuniones con amigos. Muchas de ellas son divertidas o interesantes y la que te vamos a presentar a continuación es una de ellas, aunque pudo haber terminado de otra manera no muy agradable.

Un grupo de jóvenes rusos salieron de fiesta a echarse unos tragos, nada fuera de lo normal. Como no podía faltar, uno de ellos tomó demasiado y sus amigos decidieron llevarlo a casa. Peeero, había un pequeño problema: el auto de uno de ellos era prácticamente nuevo, por lo que tuvo que decidir entre si llevar a su amigo en los asientos y arriesgarse a que le pasara algo a las vestiduras o, llevar a su bff en la cajuela. Ustedes se imaginaran lo que escogió.

Por supuesto que no contaban con que un vecino de por ahí los estaba observando desde su ventana. Esta persona creyó que estaban secuestrando al pobre tipo y llamó a la Policía de Kamyshin, en la región de Volgogrado para denunciar el hecho. El Comité de Investigación de Rusia comenzó la búsqueda de los supuestos secuestradores y cuando dieron con ellos, resultó que eran amigos y habían bebido demasiado. El presunto secuestrado dijo que no había pasado tal cosa y todos rieron (o yo lo hubiera hecho).

Afortunadamente este incidente no fue lo que se esperaba y terminó siendo una de esas anécdotas de las que hablaba al principio.

*Con información de SinEmbargo

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Redactora de música, entretenimiento y noticias. Llevo siete años en medios de comunicación y he tenido la oportunidad de conocer, entrevistar y escuchar en vivo a mis artistas favoritas.

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