Bien se sabe que en el mágico rubro del amor existen romances que a veces no siguen estándares relacionados con el sexo, la edad o incluso la especie. Como un gran ejemplo de lo que tratamos de decir, tenemos la conmovedora historia de un pingüino y su curioso enamoramiento de un objeto inanimado.

Todo sucedió en el Zoológico Tobu, de Japón. En ese lugar solía vivir Grape-kun, un viejo pingüinito que a sus 20 años de edad, se encontraba triste y solo debido a que su pareja, Midori, lo había botado 10 años atrás para irse con un espécimen más joven. Su reacción fue devastadora, ya que se deprimió mucho y comenzó a aislarse poco a poco.

El tiempo pasó y el avechucho vivía desconsolado, hasta que apareció la figura de cartón que reunió las piezas de su corazón desmoronado.

Awww!!!

Los propietarios del zoológico dijeron que habían colocado a “su chica” con propósitos publicitarios, por lo que se sorprendieron mucho de que la Grape se enamorara a primera vista. Según lo que publicó Dailymail, el coqueto personaje del anime Kemono Friends era justo lo que nuestro pequeño amigo necesitaba para darle sentido a su existencia.

Una vez más, la criatura estaba llena de vida y hasta se le veía realizando rituales de cortejo para su amada. No había momento alguno en que Grape-kun quitara el ojo de su novia artificial; sus habilidades sociales mejoraron y se le notaba muy contento.

Las cosas marchaban de maravilla, con excepción de una ocasión triste en la que removieron a la figura para evitar que se maltratara con el viento. Durante esos días, el pingüino sufrió una fuerte depresión, así que regresaron a su enamorada y pusieron una lona para protegerla de cualquier cambio climático.

La felicidad del animal duró por mucho tiempo y las personas comenzaron a notarlo. En menos de lo se esperaba, el viejo Grape ya tenía una comunidad de fans en Japón.

El final de esta historia es agridulce, ya que hace no mucho, el zoológico reportó que su protagonista había muerto por causas naturales. El personal de las instalaciones encontró su cuerpo junto a su gran amor y el suceso no sólo se hizo viral, también se convirtió una bella prueba de que los pingüinos realmente son devotos hasta el día de su muerte.

¿Quién necesita películas cursis si tenemos historias como esta? La aventura amorosa de Grape-kun tiene comedia, drama, romance y hasta algunas enseñanzas acerca del comportamiento animal. Al mismo tiempo, ésta carga un mensaje muy importante para todas las personas solitarias de este planeta: siempre se puede encontrar el amor, no importa en qué forma se presente.

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