Desde antes de que existieran los condones como los conocemos, las personas ya buscaban métodos para practicar sexo seguro, sin enfermedades y sin embarazos sorpresa, ahora podemos saber cómo se hacían los condones en el siglo XIX, gracias a ‘The United States Practical Receipt Book‘ una especie de manual con prácticos consejos, publicado por primera vez en 1844 en Estados Unidos.
Entre esos consejos había una forma de fabricar un condón casero, sólo se necesitaba intestino de oveja, cloro, jabón, y agua. Las instrucciones para fabricarlo son las siguientes: tomar el intestino de una oveja, preferentemente el intestino ciego, lavarlo primero en agua y después en cloro, darle la vuelta y repetir la operación como unas seis veces cambiando el agua cada 4 o 5 horas. Finalmente limpiarlo con jabón, ponerlo a secar y listo, ahí tienen un condón casero totalmente funcional.
El libro fue publicado para fabricantes, comerciantes, agricultores y amas de casa, que en ese tiempo tenían a su alcance las cosas que se necesitaban para muchas de las recetas y remedios que incluía el libro, ahora es más fácil comprar una caja de condones en el cualquier farmacia.