Pensando que le habían dado una de chinampinas, la princesa Astrid de Bélgica ni echó aguas a la hora de jalarle al gatillo con el que dio inicio a la popular carrera de los 20 kilómetros de Bruselas. Para desgracia del primer ministro de la tierra de los pitufos, Charles Michel, el pistoletazo además de dar la orden de “¡fuera!” para los 40 mil participantes de la carrera, lo dejó con serias afectaciones en el oído.
Aunque al inicio el incidente fue motivo de cábula por la jocosa imagen del buen Charles respingando por el susto que le causó el inesperado disparo, el asunto se tornó serio, ya que se ha informado que a pesar de los cuidados médicos que ya recibió, el primer ministro podría no recuperar por completo la capacidad auditiva de su oído izquierdo.
De acuerdo con El País, luego del incidente el primer ministro belga tuvo que posponer su presentación en el Parlamento para someterse a pruebas. Luego de éstas, se determinó que Michel sufre de sordera parcial y “tinnitus”, según informó portavoz Frédéric Cauderlier.
Por su parte, La Vanguardia señala que a pesar de que el incidente ocurrió el pasado domingo, el político todavía escucha un zumbido y presenta pérdida de la audición. “Se está intentando limitar el daño. Por el momento no está claro que vaya a recuperarse completamente”, comentó otro vocero, identificado como Barend Leyts.
Al momento de jalarle al gatillo, junto a la princesa Astrid también estaba el alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur. Éste se encontraba a la izquierda de la realeza belga y se ve que también alcanzó a sentir el impacto del disparo, sólo que no con la potencia de Michel, a quien el fregadazo le dio en pleno oído.