Creo que en muchas ocasiones hemos tenido la ingenua idea de que al ir al baño de un avión y al apretar el botón que se llevará nuestros residuos, un desafortunado en la tierra será el testigo de lo que comimos o bebimos unas horas antes. No es imposible, pero a decir verdad tampoco es algo común, sino todos tendríamos un pavor al ver un avión volar por encima de nosotros, o nos daría escalofrío ver que nos cayó un líquido cuando el cielo está despejado y no hay árboles con pájaros intrusos.

Pues bueno, la verdad es que las aerolíneas tampoco se desquitarían de esa forma con nosotros, los pobres humanos que sólo nos transportamos terrestremente. Obviamente existe un contenedor especial dentro del avión que acumula todos los residuos, los cuales son desechados cuidadosamente después de aterrizar en su destino. Pero… ¿sabías que al apretar el botón de ‘jalar’ tus residuos viajan al contenedor a una velocidad más rápida que un coche de Fórmula 1?, así es… resulta que esos taquitos de suadero le pueden hacer competencia a Lewis Hamilton.

El caso es que encontramos un video de Smithsonian Channel bastante ilustrativo, donde muestra todo el recorrido que hacen nuestros residuos en un clásico vuelo. De hecho también hace mención al famoso “Blue Ice” que se trata de filtraciones de residuos -cuando hay fallas en el contenedor-, las cuales caen directamente a la tierra pero que debido a la altura y velocidad llegan a la tierra en forma de hielo azul, que es nada más y nada menos que residuos congelados sobre el clásico líquido azul de los baños -de ese si tienen que tener pavor-. Pero bueno, cuando no existen problemas hay todo un procedimiento para desahogar los residuos en el aeropuerto; además de desinfectar y dejar listo para el siguiente vuelo.

Un trabajo que la verdad nunca desearíamos pero que el mismo entrevistado asegura que a pesar del olor es un trabajo agradable -pues cada quien-.

 

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook