Y justo por eso, queridos lectores, es porque se recomienda bautizar a los infantes cuando todavía no saben hablar. JAJAJA. Este bonito bautizo se convirtió casi casi en un exorcismo, pues en un momento algo incómodo tanto para el sacerdote como para los padres de la niña, esta pequeña diablilla –quién ya sabe hablar– le lanzó unos sabrosos combos de ‘maldiciones’ al pobre sacerdote mientras este la bautizaba.
Cuando el sacerdote le derrama un poco de agua bendita a la niña, como dicta el proceso de bautismo, esta inocente diablilla, llamada Magdalena, le dijo en repetidas ocasiones: “déjame puto”, mientras se notaba cómo se retorcía negando la llegada de Jesuscristoredentorcreadordelcieloydelatierra a su vida.
“Ya me dijo palabras feas…”, dijo el sacerdote… seguido de un “PUTO, ¡DÉJENME!” por parte de la infante. Obviamente los padres apenadísimos no tuvieron opción más que soltar una risita incomodísima acompañada de un “disculpe a esa niña”, mientras el buen pastor solo reía.
Enjoy!