Aunque como está la situación de la industria cinematográfica, seguro este filme no dista mucho de lo que proponen algunos directores locochones…

Como forma de protesta por los excesivos cobros que el Consejo Británico de Clasificación de Películas (BBFC) hace… pues nomás para otorgar la respectiva clasificación a cualquier filme que quiera ser exhibido, el cineasta Charlie Lyne hizo que los miembros del mencionado consejo se chutaran 10 horas viendo cómo se secaba una pared recién pintada. El nombre de tan ambicioso proyecto no pudo resumir con mejor perfección de qué iba la cinta: Paint Drying (Pintura secándose).

En reino Unido someter un filme a la estricta crítica  del BBFC cuesta 133 euros… “ah bueno, no está tan caro”, dirán algunos, pero a esto hay que sumarle 9.3 euros por cada minuto que dura la película. A fin de cuentas, obtener la ansiada clasificación cuesta en promedio (para una cinta de 90 minutos de duración) cerca de 1300 euros… cantidad que las grandes productoras pagan sin ninguna bronca, pero ¿qué nadie piensa en las nuevas e insolventes generaciones?

Obviamente, la protesta no fue financiada por el joven director,: tuvo que organizar una recaudación de fondos en la que además de denunciar los cobros excesivos, también criticó que el Consejo es un órgano de censura,  ya que decide qué puede y no puede ver el público. Cabe señalar que en Reino Unido ninguna película puede ser exhibida en cines sin la aprobación del BBFC.

A medida que la recolecta iba rindiendo frutos, Lyne aumentaba un minuto a su cinta. Al final, 686 personas donaron un total de 7 mil 800 euros, suficientes para cubrir los emocionantes 607 minutos en los que no se ve más que una pared con pintura blanca secándose.

“Quedé maravillado. No solo por lo donado, sino también por el número de personas que se involucró. Nunca pensé que el proyecto tomara sentido para personas fuera de Reino Unido, pero creo que la censura es un concepto bastante universal, infelizmente”.

Por su parte, un portavoz de la BBFC aseguró que los examinadores están obligados a ver una gran variedad de contenidos, todos los días… por lo que Paint Drying no fue muy diferente de lo que normalmente reciben.

La BBFC aseguró que su objetivo no es censurar, sino proteger a los niños, además de hacer que los padres –y el público, en general- escojan las películas que verán, con base en buena información.

Paint Drying recibió una clasificación para todas las edades… aunque el cineasta aún no decide si la exhibirá.

*Vía Mashable

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