Para desgracia de muchos, vivimos en un mundo en el que el racismo es el pan de cada día. Uno de los ejemplos que se ha mantenido constante y sonante es el de Donald Trump, quien en 2016 ganó la presidencia de los Estados Unidos con una mayoría irrefutable de votos en Arizona, Texas y Florida, uno de los estados en los que la raza está mezclada y en el que abundan más latinos.
Desde ese momento en el que al menos 13 entidades del país vecino demostraron que sus necesidades y deseos se verían suplidos por Trump, muchos se cuestionaron cómo es que un personaje como él era la representación de una nación tan poderosa. Pero lo que también otros pensaron, es que Trump es el reflejo de una ideología reprimida de los estadounidenses. Hasta ahora, es sabido que la parte sur de Estados Unidos es una de las más conservadoras y racistas a pesar de que es el lugar que colinda con México.
Es por ello que Aeroméxico se dio a la tarea de preguntarle a varios habitantes sureños qué pensaban sobre México y si en algún punto de la vida les gustaría viajar a nuestro país. La mayoría, con un tono seco y cortante, se limitó a decir que “prefería que los mexicanos nos quedáramos en nuestro lado”, “que no era su lugar preferido para viajar” o que “simplemente no le interesaba”.
Todos estos testimonios se vieron materializados a través de un comercial llamado DNA Discount, en el cual también se colocaron varias estadísticas y mapas en los que señala que, dado la constante migración que data de 1800, muchos estadounidenses ni siquiera saben que la mayoría de ellos son de ascendencia mexicana. Por ello es que Aeroméxico los invitó a que se hicieran una prueba de ADN en la que descubrieran si tenían algún porcentaje de sangre mexicana. El resultado fue que todos, absolutamente todos los encuestados eran “mexicanos”.
En el video, se muestra justo el momento en el que la persona detrás de la cámara les dice que son de ascendencia mexicana, y que el porcentaje de su “mexicanismo” se verá traducido en un descuento para viajar a México. Las reacciones fueron de sorpresa, enojo e incluso de incredulidad.
La empresa encargada de hacer este comercial es Ogilvy, la cual es originaria de Gran Bretaña pero tiene sedes en todo el mundo —México incluido—. A mediados del año pasado, este comercial fue difundido. Sin embargo, no fue sino hasta ahora que el video ha obtenido el impacto necesario al punto de viralizarse y hacer consciente a la gente de la situación de odio y desprecio que se vive en Estados Unidos, pero con una sorpresa: ellos pueden viajar a México siempre y cuando sean mexicanos.
Ahora bien, la importancia de esta campaña publicitaria de Aeroméxico radica en que, más allá de promover e incrementar sus vuelos y por consiguiente sus ganancias, evidencia la situación social y de pensamiento en Estados Unidos. Anthony Bourdain hizo mención de esto el 3 de mayo de 2014, cuando a través de su blog publicó una “carta de amor” hacia México. En ella, de manera precisa expone lo siguiente:
Los americanos aman la comida mexicana. Consumimos grandes cantidades de nachos, tacos, burritos, tortas, enchiladas, tamales y todo lo que parezca mexicano.
Nos encantan las bebidas mexicanas y tomamos enormes cantidades de tequila, mezcal y cerveza mexicana cada año. Nos encantan los mexicanos, ciertamente empleamos a enormes cantidades de ellos.
A pesar de nuestras actitudes ridículamente hipócritas hacia la migración, exigimos que los mexicanos cocinen un gran porcentaje de los alimentos que comemos, que cultiven los ingredientes que necesitamos para hacer esa comida, que limpien nuestras casas, corten nuestro césped, laven nuestros platos, cuiden a nuestros hijos.
[…]
En décadas como chef y empleador nunca me pasó que un chico estadounidense entrara por mi puerta y solicitara un puesto de lavaplatos, de portero o incluso un trabajo como cocinero.
Los mexicanos hacen gran parte del trabajo en este país que los estadounidenses, de manera demostrable, simplemente no harán.
Con estas palabras que el famoso chef neoyorquino mencionó cinco años atrás, el comercial de Aeroméxico resulta irónico pues, en algún punto, cuando se les pregunta a los entrevistados si les gusta el tequila y los burritos, ellos responden que sí pero, a la hora que se les cuestiona sobre sus ganas o interés de viajar a México responden con un “no” rotundo.
Posiblemente la ideología de los estadounidenses no cambie, pero cierto es que la sociedad en la que vivimos, además de tener una doble moral, también es hipócrita y convenenciera. Bourdain lo supo siempre y hoy nosotros lo reafirmamos.