En Alemania existe un bello paraje tropical completo con una playa, una laguna, arena y palmeras que se encuentra dentro de una antigua base aérea de la era de la Guerra Fría. Lo curioso de este popular lugar es que se encuentra aislado del congelado y gris clima de una región boscosa del país europeo.
Mientras la mayoría de nuestro continente cuenta con bellas playas bañadas por un sol que en otros lados envidiarían, en Alemania se tiene que echar mano de la creatividad para darle a sus ciudadanos una opción viable para ir a la playa sin salir de sus fronteras.
Esta “playa” es un resort de lujo que incluye una gran playa templada con calefacción especial que simula la temperatura del trópico, un balneario equipado con toboganes y albercas de olas, una laguna para relajarse, palapas para “tomar el sol” y algunas tiendas para echar pata con la pareja. Todo esto pudo ser construido dentro de una antigua base aérea que protege a los bañistas del gélido ambiente del exterior.
El lugar incluye flora tropical y algunas especies de aves que vuelan libres por el lugar para añadirle un toque de autenticidad a la playa que durante su primer año a trajo a 975,000 turistas.
La playa artificial tiene capacidad para 6,000 visitantes al día y sus opciones de hospedaje van desde cómodas cabañas hasta simples tiendas de playa.
La playa en cuestión abrió sus puertas al público en 2004 y desde entonces ha disfrutado de un éxito ininterrumpido que no se dudará en replicar en otros países donde el clima no permite disfrutar una relajada tarde tropical.
Mientras tanto, aquí en la Ciudad de México disfrutamos de playas artificiales que son bañadas calor veraniego natural de la capital.
El hangar, ubicado en la región alemana de Krausnik tiene 360 metros de largo, 210 metros de ancho y 107 metros de altura. Su capacidad es tal que podría albergar a la Estatua de la Libertad sin problemas.
