Si bien es claro que debemos estar a las vivas con el tema del coronavirus, entrar en pánico no ayuda de nada, pero absolutamente de nada. Todo lo contrario, el pánico puede desembocar en situaciones penosas que pueden incluso rayar en actos de racismo contra la población asiática. Jonathan Mok, un estudiante de Singapur que vive en Londres, denunció en redes sociales que fue víctima de una agresión precisamente porque ‘pensaron’ que era portador del COVID-19.
De acuerdo con la narración del joven, la agresión ocurrió el pasado lunes 24 de febrero, sin embargo, hasta este lunes 2 de marzo se animó a compartir la historia en su cuenta de Facebook porque sintió que se trata de una situación que necesita ser atendida. Según dijo, caminaba por Oxford Street pasadas las 9 de la noche, cuando escuchó insultos dirigidos hacia él de parte de unos tipos que lo miraban de lejos. Entre la serie de ataques que le decían, alcanzó a escuchar la palabra ‘coronavirus’.
Jonathan volvió la mirada para observar a los sujetos con el fin de mostrar que no podrían intimidarlo fácilmente. Cuenta que van varias semanas que recibe insultos y otro tipo de agresiones verbales, por lo que imaginó que esta situación era una más. Lamentablemente, el estudiante de 23 años no se imaginó que los tipos no tenían intención solo de insultarlo. Apenas los observó, éstos se le acercaron con rapidez y le propinaron dos puñetazos en el rostro.
El joven cuenta que un transeúnte trató de intervenir, pero mientras discutía con los agresores, otro de ellos le grito “no queremos tu coronavirus en el país” y le soltó un tercer golpe que terminó por sangrarle la nariz. En el post de Facebook, Mok mostró cómo le quedó el rostro tras lo sucedido.
Ataques racistas, verbales y físicos, los efectos sociales del coronavirus
Para Jonathan Mok, el mundo se ha concentrado en las medidas de salubridad para enfrentar al coronavirus, pero nadie se pone a pensar en las repercusiones que ha tenido la epidemia a nivel social, especialmente contra a población asiática. “Nos hemos centrado únicamente en los efectos sanitarios del coronavirus, no vemos los efectos sociales que han surgido de la propagación de este virus, donde el racismo ha encontrado otra excusa para instruir su fea cabeza”, expresó.
Pero al parecer los ataques no cesaron con los golpes, pues el joven sintió la necesidad de explicar algunas cuestiones para algunos que dudaron de su historia y hasta lo responsabilizaron por no ignorar a los atacantes. El joven estudiante de Singapur establece con firmeza que ni él ni nadie debe quedarse en silencio cuando recibe ataques racistas, ni por su nacionalidad ni por su color de piel, “Es ridículo que las personas estén siendo atacadas por ser asiáticas”.
También mencionó que el caso ya está en manos de la policía por si alguien llegara a pensar que la historia es falsa. Incluso se vio en la necesidad de explicar que una de las fotos es una selfie y la otra fue tomada frente al espejo, para descartar que alguien dude de su historia acusando que se ‘equivocó’ de ojo.
