Recordando sus épocas de gloria futbolera, en la que podía pedir ciertos lujos a cambio de patear el balón como lo grandes, el alcalde electo de Cuernavaca, Morelos, Cuauhtémoc Blanco, exigió que se le haga entrega de 700 millones de pesos y el conocido Palacio de Cortés, inmueble que actualmente es museo, pero que el ex futbolista quiere que sea su despacho de gobierno.
A manera de draft, los requerimientos no salieron de voz del ex deportista, sino de José Manuel Sanz, quien fuera promotor de Blanco cuando éste nos deleitaba en las canchas y que ahora funge como su representante en las tareas de transición del gobierno que comenzará dentro de sólo dos días.
Según reporta Reforma, los requerimientos del americanista fueron expresados la semana pasada, cuando Sanz se reunió con dirigentes perredistas a quienes, además, pidió interceder para que el gobernador morelense, Graco Ramírez, sustituya a los regidores que andan intentando bloquear la administración del ex atleta.
En sí, son cuatro las cositas que Blanco quiere: primero, que se respete la soberanía del municipio; segundo, que “todos los bienes del gobierno estatal que se encuentran en el Municipio sean entregados a la Alcaldía para su administración”; tercero, la sustitución de los regidores del PRD… por otros “que no nos bloqueen”; y cuarto, que se le entreguen a Cuernavaca 700 millones de pesos, que es la parte proporcional de los créditos que el gobierno estatal ha solicitado.
Como era de esperarse, no todos los dirigentes perredistas aceptaron las exigencias de Blanco. Caso de Jorge Messeguer, quien mejor le aconsejó echarle una leída a las leyes, pues para que sepa “cuáles son sus atribuciones y facultades”, y que así se entere de qué hacer en el tema de la basura, “del alumbrado, del mejoramiento de banquetas”.
Pues ahí le pasarán el recado a Blanco, quien según su representante, aún “no decide nada. Él solo viene y firma”. A ver si a partir del 1 de enero, fecha en que comienza su administración, la cosa cambia.