No todos los días encontramos historias reales que parecen salidas de una serie de comedia pero, cuando eso pasa, es natural que terminen como la nota idiota del día o algo por el estilo. Lo gracioso del breve relato que vamos a contarles, es que ocurrió en nuestro hermoso país y en días previos al Halloween, cuando ver decoraciones de horror es lo más normal del mundo.
Verán, los elementos de la Comisión Estatal de Seguridad y de la PGJE se encontraban muy tranquilos haciendo su trabajo, cuando recibieron un inquietante reporte por parte de varios automovilistas. Al parecer, la gente no pudo evitar notar que había una mano colgando de la cajuela de un automóvil Aveo que pasaba por la carretera Chiautempan-Apizaco, por lo que entraron en pánico y decidieron llamar al 911.
Sin pensarlo dos veces, las autoridades decidieron acudir al lugar de los reportes y averiguar qué estaba ocurriendo. Todo pudo solucionarse rápidamente si el conductor del coche en cuestión no hubiese tomado la pésima decisión de asustarse y pisar el acelerador.
Así fue como, sin saber qué clase de crimen había cometido, el misterioso individuo desató una persecución que culminó en San Benito Xaltocan, un municipio de Yauhquemehcan, en Tlaxcala. Cuando por fin hubo una oportunidad de aclarar las cosas, la policía se dio cuenta de que la supuesta mano no era más que una decoración de Halloween.
Después de realizar una inspección minuciosa en el vehículo, los oficiales permitieron que el conductor continuara con su recorrido. Eso sí, le advirtieron que dejara de espantar a la banda con su manita de plástico. Ya saben, porque uno nunca sabe qué clase de horrores se pueden hacer realidad en nuestro mágico país.