Siempre nos han dicho que los perros, esos seres que tanto amamos y que nos acompañan a lo largo de nuestra vida, envejecen mucho más rápido que nosotros y eso es completamente cierto. Por años hemos pensado que los suaves doggos cumplen siete años por cada uno de nosotros, sin embargo, parece que todo este tiempo vivimos engañados y que el cálculo no nos estaba saliendo bien.
Resulta que el pasado 2 de julio, la Facultad de Medicina de la Universidad de San Diego en California, publicó un artículo que desmiente lo que muchos pensábamos sobre la edad de los perritos. Dentro de las investigaciones que llevaron a cabo, se dieron cuenta de que sí, los doggos envejecen a una velocidad increíble, pero rompieron por completo la creencia que teníamos y que no sabemos de dónde vino.
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Para este estudio, los investigadores se fijaron específicamente en los cambios epigenéticos en el ADN de más de 100 perros labradores, desde cachorritos hasta viejitos y observaron las modificaciones en el mismo que pueden activar o desactivar los genes. Después de esto, compararon la forma en que determinadas moléculas, conocidas como grupos metilo, se acumulan en los humanos en comparación con los doggos.
Los resultados arrojaron que un perro de un año tendría en realidad unos 30 años humanos. A los cuatro años, el mismo peludo alcanzaría los 54 de un humano y a los 14 años sería como un abuelito de unos 70 añitos. Así que sí, aunque los vean como cachorritos y bebés, en realidad son todos unos adultos. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, el ritmo de envejecimiento en los perros, en comparado con los humanos, se reduce.
Al parecer, la genética es la responsable de que los perritos se vean más viejitos
Los hallazgos de esta investigación revelaron que los perros tienen una acumulación más rápida de grupos metilo en su genoma que los humanos en su primer año más o menos, lo que hace que los peludos envejezcan mucho más rápido. Estos grupos están asociados principalmente con funciones vinculadas al desarrollo, el ensamblaje de sinápsis y las uniones entre neuronas.
De acuerdo con los autores del artículo y gracias a esta condición, los doggos tienen una esperanza de vida a los 12 años similar a la de un adulto que está alcanzando el séptimo piso:
“El epigenoma se tradujo de siete semanas en perros a nueve meses en humanos. Esto corresponde a la etapa infantil cuando salen los dientes de leche tanto en cachorros como en bebés. Los labradores son ancianos a los12 años, y se tradujo correctamente en la esperanza de vida mundial de los humanos hasta los 70″.
Entonces, ¿ahora cómo sé cuántos años tiene mi doggo?
Por si esto fuera poco, también plantearon categorías en las diferentes etapas de vida de las mascotas. Un perro es joven entre los dos y seis meses, mientras que para un humano es entre 1 y 12 años. Son adolescentes los peludos desde los seis meses hasta los dos años, y las personas lo son desde los 12 hasta los 25. Y los perros son adultos entre los dos y siete años, mientras que la gente lo es de los 25 a los 50 años.
Aunque llegaron a esta conclusión, los investigadores del estudio dijeron que aún falta observar los genes de otras razas de perros para confirmar su teoría. Sobre este descubrimiento y de acuerdo con The Guardian, Lucy Asher, experta en pubertad canina de la Universidad de Newcastle, dijo que entender este envejecimiento biológico es importante para la salud médica y veterinaria.
“Si pensamos en el envejecimiento en términos de la antigüedad de nuestras células, este nuevo estudio es realmente útil para unir años humanos y perros. El desarrollo de los perros no es sólo una versión abreviada del desarrollo humano. Es difícil encontrar una clara correspondencia entre la edad de un animal y la edad de un humano”, dijo Asher.