Sí, puede que haya días en los que no quieras levantarte de la cama, en los que el tráfico te provoque las peores migrañas o que se te olvide tu almuerzo y tengas que salir a comprar comida bajo la lluvia; sin embargo, ni las peores situaciones parecen arrebatarte la felicidad, o al menos así lo asegura el estudio más reciente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que revela que en una escala de 0 a 10, los mexicanos tuvieron una puntuación de 8.53 en cuanto a su satisfacción.
Proceso reporta que dichos datos fueron obtenidos de la Encuesta Nacional sobre Satisfacción Subjetiva con la Vida y la Sociedad, elaborada por el Seminario Satisfacción Subjetiva con la Vida y la Sociedad de la UNAM en 2015, en la cual se señala que el 82.3 por ciento de la población está netamente satisfecha, mientras solo un 17.5 por ciento dice estar insatisfecha.
Además, según el World Happiness Report del año pasado, México se colocó en el lugar número 24 ed ranking de las naciones más felices del mundo en el periodo de 2015-2018. Este reporte analiza a 156 países y basa sus resultados en variables como expectativa de vida, generosidad y percepción de seguridad.
Según Hugo Sánchez, académico de la Facultad de de Psicología (FP) de la UNAM, la felicidad llega a las personas a través de determinados eventos y aquellas cosas con las que sentimos satisfacción, pero todo esto debe construirse y, cuando esté presente, debemos saber disfrutarlo.
Si creemos no estar satisfechos y, por tanto, infelices, se debe a que las personas suelen idealizar el concepto de felicidad como algo que debe estar en cada aspecto de nuestras vidas, sin embargo, el ser humano también debe experimentar otras emociones como tristeza o enojo. Esto debido a que a veces la felicidad puede convertirse en una sensación de bienestar intensa, lo que hace que le restemos atención a otras cosas y por ello cometamos errores.
“Bajo esa perspectiva, es importante no mantenernos completamente felices todo el tiempo”, comentó Sánchez.