Sabemos que por tierras orientales casi es un deporte el aventarse contra los automóviles para ver si las “víctimas” logran vivir de a gratis por algunos meses… bueno, un taiwanés se vio avorazado, con no muy buenos resultados.
Todo comenzó cuando en 2011 el buen Hu Chi-Yang decidió que chambear no era lo suyo, por lo que maquinó un plan maestro para hacerse de aproximadamente de 1 millón de dólares con el mínimo esfuerzo posible… todo era cuestión de infringirse un dolor extremo, que su seguro cuantificara el daño y listo: sólo estirar la manita para recibir la millonada.
Y precisamente el empresario optó por cortarse la mano para engañar a la empresa de seguro que había contratado. Luego de mutilarse, declaró que un ladrón le rebanó la extremidad durante un viaje de negocios a la provincia de Fujian…
Con lo que no contó Chin-Yang es que la aseguradora no iba a aflojar el dinero con tanta facilidad… bueno, la verdad es que el taiwanés dejó elementos para determinar que, pese a ya no contar con la zurda necesaria para ejecutar el paso de la muerte, todo había sido planeado por el ahora manco: la policía encontró pruebas de que Chi-Yang compró el cuchillo con el que se cortó la mano, en los rastros de sangre hallados en el local de la operación se encontraron vestigios de los anestésicos usados por el empresarios y además, las autoridades hallaron que a los pocos días de adquirir el seguro por 30 millones de dólares taiwaneses (casi un millón de dólares),, coincidentemente ocurrió la mutilación…. Bueno, automutilación.
Todo dio como resultado que el Supremo Tribunal de Taiwán determinara encerrar por 10 meses al empresario. El sujeto ya había sido condenado en octubre de 2014… pero ya que clamó inocencia y apeló la decisión, nuevamente el caso entró a juicio y bueno, nos enteramos ahora del asunto ya que hace poco el tribunal ratificó la sentencia.