Exámenes, como odiamos esas porquerías. Durante toda nuestra vida estudiantil, tuvimos que sufrirlos (nada peor que los exámenes sorpresa). Y como no había forma de evitarlos, pues lo mejor era hacer trampa prepararnos y estudiar para sacar puros dieces…
jajajajajaja, sí como no.
El chiste de pasar un examen, no era el de estudiar como tal, sino que no te cacharan haciendo trampa.
¿Cuántos acordeones no hicimos? ¿Cuantas veces no nos sentábamos junto a los matados para poderles copiar?
Y si los maestros se daban color, lo peor que podía pasar era que reprobaras y que nuestras madres nos lanzaran la chancla.
Pues al parecer hacer trampa en España, se paga con cárcel. Dos estudiantes de la provincia de Almería, al sur de España, podrían enfrentar hasta un año de cárcel y una fianza de al menos 1699 libras esterlinas (46 mil 615 pesos).
¿Y cómo paso? Bueno, uno de estos muchachos tomo el lugar de su amigo en un examen de admisión para la vocacional. Al darse cuenta de esto, las autoridades decidieron levantar una denuncia en contra de los estudiantes, queriéndolos mandar a la cárcel… ok.
José Carlos Segura, abogado de uno de estos chicos, se encuentra muy molesto por esta situación, a la cual llama como barbárica:
“Ellos no le han causado daño a nadie y a pesar de que esta conducta es reprochable, no crea la suficiente alarma para que sean mandados a prisión.”
“Que este caso pase a juicio es verdaderamente desproporcionado y yo creo que podría ser resuelto, con una multa o sanción administrativa, con consecuencias académicas. Esta clase de castigo, amenaza con su libertad, además de dejar un manchón en sus récords, dejándolos como criminales.”
Diablos, que denso esta todo esto. Esperemos que estos jóvenes salgan libres de toda culpa, aunque no podemos decir que no se lo merezcan. La próxima vez que mejor se armen un acordeón y listo.
