El martes transcurría con tranquilidad y felicidad hasta que checamos Twitter y nos dimos cuenta del horror: El hashtag #HappyBirthdayJustinBieber era Trending Topic, pues este día el canadiense cumple 22 años.

Y pus sí, se nos revolvió el estomago.

Si son lectores regulares de este espacio, seguramente ya saben que el tal Justino -ídolo de las muchachas, los aficionados del Cruz Azul y los chavos inquietos- nos cae bien gordo. Y bueno, sabemos que la inmensa mayoría de ustedes comparte nuestro sentimiento. Por eso, sentimos que nuestra obligación en este día es tirarle carrilla a este “cantante”, para así darle equilibrio al universo.

Así que, como una forma de recordarle al mundo lo nocivo que Justino es para la humanidad, les traemos varias razones por las que Justino Bieber nos cae gordo:

Porque se fue de luna de miel vacaciones con Floyd Mayweather Jr. a Bora Bora

Y ahí se la pasaron tomándose fotos en los paisajes y bebiendo el té.

¿Quién va a un destino romántico y paradisíaco con un cuate (que por edad podría ser su padre) a tomarse fotos así?

Por quererse hacer el malo

De vez en cuando al Justino le da por destramparse y ponerse loco. Por ejemplo, en una de sus últimas visitas a Nueva Zelanda fue a la presentación del duo de hip hop Rae Sremmurd para sentirse más hombre. A mitad del show Justino subió al escenario vistiendo una playerota Yazbek talla extra grande y una botella de coñac a la cual le dio unos tragos y la roló con sus cuates hiphoperos.

Lejos de verse malora e imponer temor, Justino no sabía qué hacer y bailaba torpemente, luego le pasaron un cigarro de marihuana al cual le entró con singular alegría y lo puso chido. Ya con más confianza se puso a cotorrear y aunque no lo pelaban, él en su mundo se sentía soñado y malo, muy malo.

Vean nomás qué desfiguros:

Por los desmanes que armó en Tulum

Pues Justino quiso llegar muy “yo las puedo todas” a las ruinas de Tulum a bordo de una camioneta Suburban, no respetó la pluma y nomás se estacionó frente a las taquillas. Quiso comprar sus entradas para echarle un ojito a las ruinas pero como iba con cerveza en mano, el personal del centro turístico le indicó que estaba prohibida la entrada con bebidas alcohólicas.

En lugar de chuparse la caguama de volada, el “cantante” comenzó a romper los envases y envalentonado caminó con sus acompañantes hacia la primera plataforma donde se bajó la ropa interior. Ante esas miserias, agentes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) le solicitaron retirarse de la zona. Los reportes indican que Justino continuó con su actitud “mala copa”, e insultó a las autoridades del mencionado Instituto.

Cuando ya venían elementos federales el canadiense mejor se fue a seguir la fiesta a otra parte.

Por sus berrinches

Mientras hacia promoción de su nuevo disco en España asistió a una entrevista a una estación de radio. No sabemos si es porque estaba arenoso, sensible, o simplemente se despertó de malas, el punto es que a los ocho minutos de charla Justino se levantó molestó y sin despedirse se marchó a medio programa.

Durante toda la charla Justino tuvo cara de fuchi y respondía escuetamente a las preguntas qué le hacían. ¿Habrá sido por qué le preguntaron si se vestía él mismo? El chiste es que cuando le propusieron hacer una dinámica con un famoso youtuber europeo “para romper el internet”, Justino se levantó como si le hubiera dado un retortijón y se fue sin decir nada más.

Porque usa Photoshop en sus fotos

Para no verse como perro parado de Tres Marías, a Justino tuvieron que darle un retoque digital para que no desentonara en la sesión fotográfica que realizó junto a la modelo holandesa Lara Stone, para una campaña de Calvin Klein.

Esas fotos hicieron que las beliebers se pusieran jacarandosas y tuvieran sueños pecaminosos con Justino. A ellas lamentamos informarles que las imágenes que vieron no corresponden al cien por ciento con la realidad, pues antes les dieron una arregladita para que no se viera tan ñango:

Porque siempre la anda regando

Justino nomás se anda luciendo y durante una de sus presentaciones en el programa de Ellen DeGeneres rompió una cámara de esas que cuestan un dineral.

El programa transcurría con normalidad, y mientras las chicas gritaban y lloraban, Justino se acomodaba una y otra vez los cabellos rubios. Entonces Ellen le propuso regalar unas camisetas a la audiencia, las cuales dispararon con unas pistolas de aire. No sabemos si se quiso hacer el chistoso, si de plano estaba de malas, o si nomás no tuvo ni idea de qué hizo, el chiste es que acabó haciendo esto:

Por sus calzones con la bandera de México

A Justino a veces le da por vestirse (sabrá Dios por qué) con un calzón tipo boxeador con la bandera de México, cuyo escudo queda justamente en sus blanquillos.

A photo posted by Justin Bieber (@justinbieber) on

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La neta sí calienta. En fin, seguramente piensa que le está rindiendo un homenaje a México cuando lo único que hace es que nos den ganas de declararle la guerra a Canadá.

Por marrano

A Justino suele aflorarle el barrio y al más puro estilo de jugador llanero, un día le dio por escupirle a sus fans canadienses que lo vitoreaban en Toronto. Esto ocurrió en el 2013, cuando se encontraba junto a sus amigos en un balcón del hotel en el que se hospedaba y de la nada se puso a escupir. El gargajo hasta parecía moco de pavo.

No sabemos si las ‘believers’ pusieron estas caras de emoción, asco o decepción:

Después de esta asquerosidad, uno pensaría que Justino estaría arrepentido, pero sucedió todo lo contrario, sus acompañantes le festejaron la corrientada y todos rieron muy felices.

Por marrano (sí, otra vez)

Parece que antes de un concierto en Arizona se indigestó y ni se tomó la molestia de ir al baño a echar la basura. Resulta que terminó severamente empachado por tanta leche que había tomado en esos días (no es albur, él mismo lo dijo), sumado a lo mucho que tiene que mover la panza en sus coreografías.

Y así, luego de echarse unos pasitos y alborotar al respetable, simplemente se dio la vuelta y guacareó. Ya después, un poco más aliviado de sus mareos, pidió disculpas a su público por la salpicada.

¿Hasta él mismo ya se asqueó de la música que canta?

* * * * *

Y por eso y muchas cosas más, Justino nos cae peor que una patada en los blanquillos.

Obviamente este espacio se enriquece con las opiniones de todos, por lo que son libres de compartir los motivos que ustedes tienen para que este muchacho de cabellos desabridos les caiga gordo.

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