Selena Ali, una joven de 23 años, vive una pesadilla desde hace días. Después de realizar un voluntariado en un albergue de niños en Cusco, Perú, adoptó a Lee, un gato que se llevó a su hogar en Bélgica. Ahora, las autoridades federales quieren matar al gato por preocupaciones de rabia.
Después de ser encontrado en un patio en condiciones precarias y sin hogar, Lee fue llevado al Catfetín Cat Café, un conocido café que también funciona como un albergue de gatos donde reciben atención y cuidado. Ahí realizaron todos los protocolos de seguridad como desparacitación y la primera dosis de triple felina.
Después de conocerlo y enamorarse de Lee, Selena (cliente frecuente del café) decidió adoptarlo a finales de marzo y esperó a poder tener los permisos para regresar a casa y así llevarlo con ella. Esto fue posible gracias al apoyo de la embajada de su país.
Hasta el momento todo marchaba bien. Lee se encuentra en perfecto estado de salud, recibió todas sus vacunas –incluida la de la rabia– y todos los certificados médicos necesarios para el viaje. Pero ya en casa, el sueño se convirtió en pesadilla.
Inspectores de la Agencia Federal para la Seguridad Alimentaria (FASFC), cuestionaron la presencia del gato a pesar de que se encuentra en buen estado de salud. De acuerdo a la portavoz de la agencia, Hélène Bonte, se le informó a Selena que “antes de su partida de Per, el gatito Lee no tenía permitido venir”.
La FASFC da como principal argumento que “Perú es un país de alto riesgo para la rabia”. La agencia dice que Bélgica es un país libre de rabia desde 2001 y que se quieren mantener así. Por lo que solicitaron para practicarle la eutanasia a Lee.
Aquí es cuando empiezan las cosas a no tener sentido. Su argumento principal se basa en la protección contra la rabia, algo que Lee no tiene, además de que cuenta con sus vacunas. Ante esto, Selena lanzó una petición en línea para evitar a toda costa que le quiten la vida a su gato.
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La disputa se ha viralizado en todo el país y ahora llega a varios rincones del mundo que se unen a Selena para intentar salvar la vida de Lee. Sin embargo, eso no ha sido suficiente y el 12 de mayo la policía local, junto con un inspector de la FASFC, fue a casa de Selena para buscar a Lee y sacrificarlo.
Afortunadamente, Lee no se encontraba ahí y la joven le dijo a las autoridades que no les iba a decir su ubicación, según información del medio local HLN.
En la petición en línea, Selena explica claramente que Lee está completamente saludable y que no hay signos de rabia de acuerdo a los veterinarios consultados.
“Mi abogado Anthony Godfroid cuestionó la decisión de la eutanasia ante el Consejo de Estado. La región de Cusco donde estaba, ha estado ‘libre de rabia’ durante diez años. El Catfetín Cat Café donde cuidaron a mi gatito Lee nunca ha tenido rabia”.
“Desafortunadamente, estos jueces solo miran el procedimiento y están de acuerdo con la FASFC. La embajada que inicialmente me dio permiso para llevar a Lee en el avión, también se dio la vuelta. ‘Hemos desaconsejado’, dice ahora la embajada”, se lee.
La cosas no han salido bien para Selena. La FASFC ahora reclama 5 mil euros por hora a Ali mientras no deje que su gato Lee sea asesinado. Afortunadamente, el ministro de Bienestar Animal, Ben Weyts, ya se proclamó en favor de los afectados.
“El artículo 1 de la legislación de Bienestar Animal establece que nadie debe cometer actos que maten a un animal sin necesidad. En este caso no hay necesidad. El gato puede ser puesto en cuarentena perfectamente”.
“Si el joven propietario cometió un error, puede ser castigada por eso. Porque importar animales ilegalmente es algo malo para el bienestar animal también. Pero para eso, el hombre debe pagar un precio y no el animal. Si hay alternativas para evitar la eutanasia, debemos seguirla”.
El caso de Lee se volverá a revisar este próximo 29 de mayo en los tribunales. El apoyo a ambos crece y crece, pero también la gente teme que no todo sea favorable para Lee.