Por su fidelidad, es bien sabido que los perros son los mejores amigos de los humanos. ¿Pero qué hay de los gatos? Esos pequeños y peludos encargados de tirar las cosas de tu casa, aunque no lo parezca, también pueden llegar a ser los mejores amigos que alguien podría desear.
Quizás no haya mejor gato para confirmar esto que Toby, cuya historia tiene tantas altas como bajas. Todo comenzó cuando el pequeño felino llegó a la casa de los que fueron primeros dueños. El gato estuvo un tiempo viviendo con ellos, sin embargo, a pesar de lo amigable que es, no se llevó bien con los demás gatos, por lo que su familia lo tuvo que dar a alguien más.
Ya en su nueva casa, al parecer Toby quería seguir viviendo en el primer hogar que le abrió las puertas, por lo que se aventuró a caminar casi 20 kilómetros hasta reunirse con ellos. Lo que algunos hubieran considerado una señal de lealtad y de que era el gato ideal para ellos, su antigua familia no le dio importancia y así llevaron a Toby a un refugio.
Es entendible que la familia haya tomado la decisión de llevarlo a un refugio ya que los demás gatos no se llevaban bien con Toby; sin embargo, lo realmente inexplicable es por qué su familia, al momento de dejarlo en el refugio, pidió que fuera puesto a dormir.
Afortunadamente para Toby, el refugio se rehusó a hacerlo y fue puesto en adopción. Tara Lynn, gerente de comunicaciones de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad Animal en Wake County comentó al Huffington Post que el amistoso felino consiguió un nuevo hogar al que se está adaptando bien. Aunque en un principio se pensó que no podría vivir con otros gatos, Toby no tiene problemas con sus dos nuevos compañeros.
La historia de Toby inspiró a sus nuevos dueños a organizarse para difundir los beneficios de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad Animal y de la adopción. “Escuchamos historias tristes todo el tiempo sobre las cosas que la gente le hace a los animales, pero al final, Toby está vivo y tiene un nuevo y maravilloso hogar“, dijo Lynn.
