Si has pertenecido a una oficina, familia, grupo escolar o congregación social de humanos, te has visto en la necesidad de participar en lo que algunos llaman Amigo Secreto o  Intercambios. En realidad, el nombre no importa,  la dinámica es la misma. Básicamente: el intercambio es alguna suerte de contrato social que te obliga a darle cosas a otros. El chiste es reunirse con un montón de gente para intercambiar (¡dah!) regalos – gente que a veces ni te cae bien y a quien no le darías un regalo en cualquier otra circunstancia . Si lo pensamos de una forma muy general, es algo francamente tonto: todo el mundo se pone de acuerdo para gastar cierta cantidad de dinero y recibir algo del mismo valor. O sea, como si quisieras comprarte algo, pero en vez de ir a la tienda a adquirirlo, hicieras todo un intrincado sistema para pagar por otra cosa y luego llevar a cabo un trueque por lo que realmente quieres (¿?).

Parece que no hay salida: si decides no ser parte del evento, seguramente serás acusado de odioso, grinch, de no querer formar parte de las dinámicas de la oficina o de querer arruinar a la familia otra vez. Lo cierto es que para la mayoría de la gente, el intercambio es una monserga; sólo que nadie quiere ser el primero en admitirlo.

 

Pero bueno,  lo importante es la convivencia, estrechar lazos,  buscar un acercamiento que probablemente bajo otras circunstancias no tendríamos (dicen…). Así que tenemos cinco rápidos tips para sobrevivir la temporada de intercambios:

  1. Apégate a las wishlists. Si la persona está diciendo que quiere algo, procura conseguir eso con tiempo.
  2. ¡Con tiempo! No esperes a que llegue el último momento para hacerlo. Después, todo está más caro y más lleno.
  3. A menos que conozcas la talla de la persona, evita regalar ropa: no sabes si le va a quedar o no. En caso de que estés decidido a hacerlo, conserva el ticket por si tienes pésimo gusto y quieren cambiarla.
  4. Agrega un detalle personal, algo que haga que el intercambio no sea un simple trueque. Puede ser una tarjeta escrita a mano o unos chocolates. Ya si eres completamente dadivoso o te toca alguien que te cae increíble, puedes quedar bien gastando un poco más en el regalo.
  5. Mantén tu poker face si te regalan algo que no sea de tu agrado. Piensa que probablemente la persona que lo compró, no leyó estos tips.

 

Siempre puede suceder algo no previsto, como que el intercambio sea de esos en los que se hace una tómbola y al final te toca algo que ni sabes qué es. En esos casos, sólo sigue sonriendo: siempre puedes regalarle lo que no quieras a tu tía Paty; y seguramente ella encontrará a quien dárselo el próximo año o le dará un hogar en su clóset para la posteridad.

 

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