Quien haya visto la primera película de Harry Potter recordará bien la incómoda habitación que Harry tenía abajo de las escaleras de la casa de sus tíos, los despiadados Dursley que lo trataban peor que a un prisionero de Azkaban. Pues, ahora esa casa está a la venta en espera de que un fan de la saga creada por J.K. Rowling, o cualquier otro, la compre.
La casa que se encuentra en Picket Post Close 12, (mejor conocida como Privet Drive 4 por los seguidores del mago), salió al mercado por segunda vez desde que grabaron Harry Potter y la piedra filosofal en 2001. Aunque a todos los fans de las películas les encantaría quedarse con esa casa, el precio es bastante elevado y se necesita más que un truco de magia para juntar el medio millón de euros que piden por ella. La agencia de bienes raíces encargada de vender la casa la anuncia como “completamente renovada”, solo esperamos que hayan dejado el cuarto de Harry tal y como estaba.
La propiedad que se ubica en el mismo condado que el castillo de Windsor, fue puesta a la venta en 2003, cuando la pottermanía estaba en su apogeo. En ese entonces los dueños originales la vendieron por poco más de 280 mil euros, ahora a casi 15 años del estreno de la película la casa duplicó su valor.