Lo malo de las películas románticas, es que al final siempre tienen un final feliz. El mejor amigo se queda con su mejor amiga después de que ella saliera con un patán, la chica logra obtener al hombre de sus sueños, él obtiene a la mujer de su vida y así sucesivamente se repite esta fórmula sin fin. Pero en la vida real, en las tragedias griegas, en algunos dramas cinematográficos, el amor y vida ideal no existen. El mundo es mucho más complejo y por ende, resulta triste que nuestras expectativas o sueños se vean modificados por simples hechos de la vida.
Sin embargo, a pesar de todo esto, la vida te da sorpresas. Algunas para bien y otras para mal, pero éstas, como su nombre lo dice, están allí para llegar cuando menos te lo esperas. Algo así fue lo que le sucedió a una mujer de nombre Danielle Cumberworth, de Reino Unido, que recibió un regalo de su prometido dos meses después de que éste falleciera de cáncer.
La historia va más o menos así: Ashley Grant-Smith, fue diagnosticado con cáncer terminal y murió después de luchar dos años contra dicha enfermedad. Dos meses después de que falleciera, su prometida, Danielle, regresó a casa y recordó que había un paquete perdido al cual fue a buscar posteriormente y resultó ser un regalo de su novio.
Dos meses después de que Ashley murió, llegué a casa del trabajo y recordé que había un paquete que me había sido entregado pero no lo recibí. Fui a la oficina de correos y lo recogí. Lo abrí en el auto y era un anillo de compromiso de Ashley. Fue una completa sorpresa. No lloré, reí. Él no me había dicho nada de eso. Es un hermoso anillo de diamantes de oro blanco.
Si bien la pareja ya se iba a casar e incluso compró sus anillos de bodas, Ashley compró a escondidas un anillo de compromiso para dárselo a su amada antes de que se casaran en octubre de este año, a poco más de tres años de que se conocieran durante unas vacaciones en Creta.
“Tan pronto como salí de la oficina de correos, recibí una llamada del papá de Ashley. Me dijo que regresara tan pronto como me fuera posible. Ahí supe que Ashley había muerto”, relató Danielle al diario Leicester Mercury.
Asimismo contó que a Ashley le fue encontrado un absceso en su hombro que resultó ser un linfoma. A pesar de someterse a quimio y radioterapia, el tumor continuó creciendo y el cáncer se esparció. La única opción era un trasplante de células que costaba 200 mil libras. Y aunque los novios lograron juntar 25 mil libras en un par de semanas, otro estudio realizado en septiembre de 2017 confirmó que el cáncer era terminal.
No estamos llorando, tú estás llorando.
