Velar por el bienestar de su pueblo es una de las funciones de reyes y reinas. De todos, incluso si son ficticios, como Elsa la Reina de las nieves de Arendelle, a quien vimos en Frozen. Por eso cuando una ambulancia se quedó atrapada por una nevada, no hay mejor figura para auxiliarla que la de Elsa… o alguien vestido de ella.

Cristopher Haynes, un publicista de Boston, decidió entrar a un bar para refugiarse de una tormenta de nieve. Mientras se encontraba ahí, observó por la ventana que una ambulancia se encontraba atorada en la nieve, pero antes de salir a ayudar, notó que alguien ya se encontraba auxiliando: Un hombre vestido de Elsa.

Luego se supo que aquél buen samaritano con peculiar estilo para vestir se trataba de Jason Triplett, un abogado de 37 años que se había vestido así como chiste. “Mi vecindario es bastante colorido, así que no le tomé mucha importancia“, dijo Haynes.

Y, pues sí, mucha risa, pero ¿por qué no salieron a ayudar? Ante esto Cristopher Haynes dijo sentirse sentirse culpable, pero que parecía que “Elsa lo tenía bajo control“.

Esta noticia nos dio un poco más de esperanza en la humanidad, y la lección de que, cuando las cosas se ven difíciles, la ayuda siempre llega… a veces vestida de princesa de Disney.

 

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