La edad nunca -¡NUNCA!- será un impedimento y si no nos crees, entonces no conoces a Irene O’Shea, una mujer australiana de 102 años que, sin miedo a nada, se aventó en paracaídas a una distancia de más de cuatro mil metros de altura, convirtiéndose así en la mujer más longeva en realizar esta hazaña.
Apenas el año pasado, Kenneth Meyer de 101 años era el que llevaba este título, sin embargo, el pasado domingo Irene, quien tiene 102 años y 193 días cumplidos en este mundo, decidió lanzarse desde el cielo, destronando a Meyer.
Esta no es la primera vez que Irene O’Shea se lanza con un paracaídas, de hecho es la tercera ocasión en que lo hace. Según contó, ella no tenía miedo a dejarse caer.
“Me sentí normal, casi igual (como saltos anteriores). Estaba con el mismo compañero (Jed Smith) y los mismos jóvenes estaban en el avión conmigo. Estaba muy claro allí y el clima era bueno, pero hacía mucho frío”, comentó.
En su cumpleaños número 100, la anciana celebró su llegada al siglo lanzándose en paracaídas, siendo esta la primera vez que lo hacía y demostrando que no importa la edad, siempre será un buen momento para aventurarse.
Irene O’Shea goza de perfecta salud, es capaz de conducir un auto e incluso puede leer sin anteojos. La razón por la que ella continúa haciendo esto es porque pretende juntar dinero para llevar a cabo una campaña para que más gente conozca sobre la enfermedad de la neurona motora, una condición que hace que las personas pierdan sus capacidades motrices y la misma que terminó por arrebatarle la vida a su hija Shelagh, quien murió a los 67 años de edad.
“Perdí a mi hija por esa terrible enfermedad hace 10 años y la extraño”.
Esta increíble viejita no pierde el ánimo y está decidida en continuar saltando desde lo más alto mientras tenga la fuerza suficiente para hacerlo: “posiblemente saltaré el año que viene y si vivo lo suficiente, saltaré a los 105”.