En Japón se atraviesa una de las más grandes caídas de consumo de alcohol. Y no es que las autoridades quieran que la gente “infle” hasta morir, pero sí que de vez en cuando se eche una copita. Y como una no es ninguna…
Claro, lo anterior se pide desde el punto de vista económico. De hecho, es la Agencia Tributaria de Japón la que ha lanzado un concurso para que la gente se aplique a idear formas de promover el consumo de alcohol entre los jóvenes.
La curiosa y polémica iniciativa del SAT nipón – bautizada como “Sake Viva!” – tiene como objetivo no que las calles de Japón se vuelvan bacanales, sino “revitalizar la industria de las bebidas alcohólicas y solucionar sus problemas”.
De acuerdo con DW, la caída de consumo de alcohol se venía avisando desde hace años, sin embargo, fue con la pandemia que de plano se hizo evidente… y fue en la recaudación de impuestos donde se notó: en el ejercicio fiscal de 2020 cayó más de 800 millones de euros: la mayor caída en 31 años.
Y cómo no va a disminuir el ingreso, si, según cálculos de las autoridades de Japón, el consumo de chupe en 1995 era de 100 litros por persona al año… ahora ya sólo está en 75 litros.
En caso de que ya estén buscando como se dice en japonés “aguas locas” o “ponte unas de José José”, pues lo sentimos. Según indica The Guardian la iniciativa “Sake Viva!” sólo es nacional y en ella pueden concursar personas entre los 20 y 39 años.
“La competencia, que se extenderá hasta el 9 de septiembre, exige ‘nuevos productos y diseños’, así como formas de promover el consumo de bebidas en el hogar. También se alienta a los participantes a explorar métodos de venta utilizando el metaverso”, se establece en la convocatoria.
Claro que buscar que la gente consuma alcohol ha sido criticado, sin embargo, hasta el Ministerio de Salud de Japón ha dado el visto bueno a la medida… con la condición de que se recuerde en las futuras campañas que se tiene que beber con moderación.
Las personas que entreguen las ideas que nomás de leerlas provoquen sed de la mala serán invitadas a una ceremonia que se celebrará el 10 de noviembre, en Tokio. La propuesta ganadora será utilizada en una campaña comercial del gobierno de Japón (seguramente con alguna gratificación económica).