¡Año de Hidalgo y chin$%&e su madre quien no se tatúe algo!, fue la que aplicaron las hijas de EPN, quienes rayaron sus tersas pieles con el ahora más célebre tatuador de Hollywood Jonathan Valena, más conocido en el mundo de las tintas como Jon Boy.
Pero, para qué lanzarse hasta Estados Unidos para pintarse “Perdóname Virgencita por mi crazy vida” (o lo que sea que se hayan decido rayar)… eso es muy de la prole. Así que mandaron a traer al buen Jon Boy y lo pusieron a chambear nada menos que en la residencia oficial de Los Pinos.
De acuerdo con Proceso, el cotizado tatuador -quien vertido su arte sobre las pieles de Rihanna, Justin Bieber y Miley Cyrus (nomás pa’ que se den una idea de a cómo nos salió el chistecito) – echó su tinta sobre Paulina Peña Pretelini, Sofía Castro y a una amiga de la actriz (uta… hasta hubo gorronas).
Las imágenes que circulan en redes, donde se ve a Jon Boy paseándose por la residencia en la que EPN recibe a jefes de Estado y visitas distinguidas, fueron difundidas por el propio tatuador a través de su cuenta de Instagram.
Una vez que EPN llegó de la chamba, dicen que más o menos así estuvo el diálogo con sus hijas…
Y bueno, por si estaban con el pendiente, las ladys hicieron venir al artista extranjero nomás para rayarse los diseños más sin chiste que encontraron: a Pau Peña le puso en la parte interna del antebrazo “V I” (quizás por eso del sexto informe de gobierno de su papi), mientras que a la hija de La Gaviota le dibujó una “j”… La que vio burro y se le antojó viaje fue a la amiga, la cual se escribió toda una frase. Quién sabe qué chin$%&/dos diga, pero tampoco está así muy perrón que digamos.
En fin, según investigaciones de Proceso, el estudio donde tatúa Jon Boy cobra 400 dólares la hora. Por trabajos a domicilio, obviamente, el costo se eleva a no menos de mil dólares.