Estamos seguros que las personas que trabajan en los aeropuertos han visto cosas que jamás imaginamos. Y no solo lo decimos por todos aquellos que aparecen en Alerta Aeropuerto, tratando de meter a países sustancias ilegales, también porque hay quienes quieren llevar algo de valor dentro de objetos bastante inusuales. Tal es el caso de una joven que quiso llevar las cenizas de su novio dentro de un juguete sexual… sí, así como lo leyeron.
Esta es la historia de Sarah Button, una estudiante de derecho de 23 años originaria de Australia que pasó por un momento sumamente esstraño. Resulta que hace algunos días estaba a punto de salir de viaje hasta los Emiratos Árabes Unidos cuando el equipo de seguridad del aeropuerto prendió sus alarmas, pues al pasar por los puntos de revisión (ya saben, donde te checan hasta con rayos X), notaron que la chica traía un artículo que dejó a todos con el ojo cuadrado.
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Aunque no lo crean, esta joven quiso llevarse las cenizas de su novio dentro de un juguete sexual
Para que se den una idea de cómo estuvo la cosa, la joven llevaba puesto un juguete sexual (específicamente, uno de esos plugs que se usan donde no te da el Sol, o al menos eso es lo que nos han contado) y dentro de él traía las cenizas de su novio. Y quizá se estén preguntando por qué transportaba los restos de su pareja en este objeto. Bueno, pues aunque no lo crean, todo es gracias a un chiste local entre la pareja.
De acuerdo con New York Post, Sarah Button mencionó que su difunto novio le dio el juguete como regalo de broma antes de morir, pues supuestamente, la zona en la que se introduce dicho artefacto era la favorita de su cuerpo… ya saben, muy romántico todo el asunto:
“La intención era inicialmente una broma porque él había pasado mucho tiempo allí y era su lugar favorito. Sinceramente, es lo más divertido que ha hecho, me pasaré toda la vida riéndome de ello, que realmente es mejor que llorar. También me gusta poder llevarlo conmigo a lugares a los que sólo hemos soñado ir”.
Declaró Sarah al respecto
Sin embargo, a pesar de que todo era una broma para recordar a su novio, a los agentes de seguridad del aeropuerto no les hizo mucha gracia el curioso tributo de la joven, pues quizá pensaron que era una arma o algo por el estilo. Luego de varios minutos de tensión e incertidumbre, las autoridades la dejaron irse, pero no está claro si le permitieron llevarse el juguete sexual, pero vaya que dejó a todos con el ojo cuadrado.