Por: Mercedes Martínez Rojas

¿Qué es El Insulto? Es una librería, una editorial, un acervo y una plataforma desde la cual abordar el cuerpo –las relaciones y el consumo de éste–,todo enfocado al placer y a lo que sale de la norma preestablecida, especialmente en el erotismo, la pornografía, el fetichismo y lo gore. Lo que buscan es fomentar la discusión y ampliar la investigación sobre estos temas.

En Sopitas.com tuvimos la oportunidad de platicar con los fundadores de este proyecto, y salieron cosas muy padres que les comentaremos a continuación. 

En este espacio hay un amor especial y algo enfermizo al libro más allá del texto escrito: el amor y la obsesión es al libro-objeto; a las imágenes, al cuidado y calidad editorial, al olor de libro “viejo”. Sufren por la humedad y los estragos que hace con el papel y la tinta. Su proyecto bien podría ser una apología del libro como objeto. Sin embargo, algo que los hace chidos es que no buscan ser La Librería exclusiva que tiene material único y temas que nadie más “toca”. Para ellos es más importante la apertura y el enamoramiento genuino; la conexión y el sentimiento que te genera ver y leer algo, sin importar el estatus, el autor o la editorial.  Tienen libros de todo tipo: nuevos, viejos, caros, baratos, edición especial y en varios idiomas. Algunos libros son viejos y ya no aguantan ser tratados igual que los nuevos: hay que saber agarrar un libro, igual que a una persona.

Material y acervo de El Insulto

La idea tomó forma en una clase, en la universidad, que se trataba del cuerpo: empezaba con el cuerpo como lienzo, performance de cuerpo, modificaciones al cuerpo y cerraba con pornografía y pospornografía. Esta clase les mostró un enfoque académico y formal para acercarse al tema. Descubrieron que al hablar de un tema de forma natural, éste deja de ser tabú. Y vaya que la sexualidad y el disfrute es un tema tabú en muchas esferas y para muchas personas. La censura empieza al nivel familiar y provoca una autocensura fuerte.

Piel, tabú, porno y respeto

Todos,o la mayoría, hemos consumido porno al menos alguna vez pero siempre o casi siempre a escondidas. En una ocasión ellos se aventaron a salir a la calle y preguntarle a mujeres acerca de su consumo de porno; a la señora del puesto de periódico, a las mujeres en un mercado, en una tienda y en varios lugares más… eso les hizo darse cuenta que hay más apertura de lo que pareciera respecto al tema y que no se pueden dar cosas por sentado. Mucho radica en la forma y naturalidad con la que se toca el asunto.  Es un hecho es que hay muy poca educación sexual y del placer. Sin embargo sí hay una gran necesidad de poder hablar y conocer del tema sin ser juzgado. Existe un miedo muy grande a ser juzgado por el otro; mucha culpa y suposiciones cuando se habla de sexo, placer o porno.

Diablo y chica desnuda

Lo anterior se contradice con la hipersexualización y el consumo mercadotécnico que existe en nuestro entorno con respecto al cuerpo y a la piel. Si alguien muestra brazo, espalda, escote o pierna automáticamente es sexy y sexualizado. Lo que molesta o resulta desagradable es la piel y el cuerpo que es mostrado de manera no sexual: la mujer amamantando, una herida o la lonja que se sale de la ombliguera.

Algo muy importante es saber delimitar momento del cuerpo en relación al placer, ya que existe demasiada pornografía e hipersexualización constante de éste en todas partes. Hay que encontrar el lugar y el momento adecuado. El respeto, hablar y consensuar es esencial en el momento y muchas veces eso no pasa. El tabú también existe y con mucho más fuerza dentro del espacio más íntimo; con uno mismo y con la pareja. El auto-juzgarse, la culpa y el miedo a lo que piense el otro (o el temor a no poder complacerlo), hacen que hablar acerca de los gustos, ideas y fetiches sea mucho más complicado de lo que pareciera en una primera instancia. El porno y las fantasías eróticas nos han hecho creer que no es necesario hablar durante la relación sexual, pero estamos olvidando que éstos ya tienen un guion preestablecido. Sin embargo, a nosotros nos toca empezar de cero y armar el guión. La realidad es que nadie es mago ni adivino o mentalista para saber lo que piensa y desea el otro, así que no queda de otra más que hablar y preguntar.

La fantasía, el objeto y no juzgar

En una ocasión les pidieron algo relacionado con la pedofilia y los pusieron entre la espada y la pared: no sabían qué decir o qué ofrecer… ese caso tan controversial nos llevó al siguiente tema: la fantasía y el objeto. El libro o cualquier objeto es muchas veces reducido a un solo uso, pero en realidad es muy fácil darle la vuelta. Por ejemplo, si alguien tiene un fetiche por la botas o zapatos, un catálogo de zapatos adquiere un significado completamente distinto al cotidiano. Los libros y las imágenes catalizan la imaginación y la fantasía. Además, es importante recalcar que el hecho de fantasear con alguien o algo no implica que la fantasía se materialice. La fantasía es un espacio hipotético infinito que te permite jugar y te libera de la represión en todos los sentidos, no sólo en la sexualidad y el placer.

El otro tema, y va relacionado con lo anterior, son los objetos como fetiche. El ser humano ama los objetos y no puede vivir sin ellos. Además del uso práctico de estos, tendemos a coleccionar y guardar recuerditos y momentos en cajas, fotos, marcos, etc. Los objetos son parte de nuestra vida y el fetichismo es casi, casi algo innato con una tradición ancestral. Basta con mencionar que a los vikingos los enterraban con su esclava favorita (sí, las personas también pueden ser objetos por momentos) y por algo existen los museos y los coleccionistas. La relación emocional con el objeto se da en muchas ocasiones, a veces al grado del enamoramiento: hay personas que se llegan a enamorar de, por ejemplo, una silla, un zapato o una guillotina.

En conclusión, el chiste es abrirse a todas las posibilidades existentes de placer, conocerlas y no juzgar.

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La Librería El Insulto tiene casi dos años de existencia. En ese tiempo han realizado y participado en diversas actividades como La semana de los pecados capitales en el CCH Azcapotzalco con su plática “¿Qué es el erotismo?” y en varios bazares y ferias de libro como el Index Art Book Fair del Museo Jumex. Los encuentran en sus redes sociales, Facebook e Instagram, y en su página oficial. Y para ver personalmente su acervo y showroom es necesario hacer una cita previamente.

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

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