¿Quién entiende a las autoridades? Este responsable sujeto de Pennsylvania, al darse cuenta que, por las cervecitas que se había echado, no podía conducir como se debe, prefirió dejarle el mando a su sobrino de ocho años…

Pero como el asiento del conductor es su lugar preferido y como el niño no alcanzaba bien los pedales, Clarence Hairston –de 58 años- compartió la responsabilidad y, mientras él iba dándole al freno y al acelerador, el menor iba sentado en su regazo maniobrando el auto.

Aunque parecía la mancuerna perfecta, algunos problemas en su andar por la carretera fueron detectados por una patrulla. Al acercarse, los policías notaron que el niño era el “conductor designado”, mientras que Hairston iba sólo con una cerveza en mano.

Para acabar de condenarse a pasar un ratito tras las rejas, los agentes señalaron que don Clarence apenas si pudo salir de su automóvil, tropezándose en dos ocasiones. “No me toquen, ando chido”, fueron algunas de sus etílicas declaraciones.

Hairston fue arrestado y acusado de conducir bajo la influencia de alcohol, imprudencia temeraria y otros delitos, destacándose la salvajada de poner en peligro el bienestar de un niño.

Por si las cosas no pudieran ponerse peor, los policías señalaron que en la parte trasera del auto iba otro niño, su sobrino de nueve años.

¿Quién no tiene un tío locochón?

*Vía metro.co.uk

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook