Que los Rollings estarían de tour en pleno siglo XXI, la propagación del ébola, la corrección automática de mensajes, las videollamadas y hasta el wrecking ball de Miley Cyrus… a todo le han atinado los pitonisos amarillos, más conocidos como Los Simpsons…
Y si todo lo anterior –y más- ha sido predicho con impresionante tino, ¿pues por qué no habría de hacerse realidad el temor de los inmigrantes ilegales en los Estados Unidos y todo aquel que no simpatiza con la discriminación?
Quizás para muchos pasó desapercibido, pero un ocioso detectó algo importante en el capítulo 17 de la temporada 11 de la serie, “Bart to the Future”: con ayuda de un místico nativo y dueño de un casino, Bart tiene una visión del fracasado en el que se convertirá… pero eso no es lo importante de este post, sino esto:
En el futuro Lisa Simpsons –como primera presidenta heterosexual del país- tendrá que lidiar con el déficit en el presupuesto que dejó el presidente Trump… ¿qué tan grave?, “estamos en quiebra”, responde el secretario Van Houten… y todo por decidir invertir en los niños, “gran equivocación”.
Para arreglar el asunto Lisa debe aumentar los impuestos… o mejor dicho, hacer un “ajuste temporal reembolsable”.
Bueno, no le hagan mucho caso… nada más después no digan que Matt Groening no se los advirtió.