Por ahí dicen que ser médico es la profesión más noble del mundo, y hay mucho de eso en su labor, pues básicamente se dedican a curar a todos los que más lo necesitan. Pero de todas las especialidades que existen dentro de la medicina, el dedicar su vida a atender a los niños es algo digno de admirar y este caso no es la excepción pues un abuelito ha decidido ayudar a los pequeños que menos tienen.
Hace algunos días se volvió la viral en Instagram y gracias a su hermano Ary, la historia de Ivan Fontoura, un pediatra brasileño. A sus 92 años podríamos pensar que lo mejor para él sería irse a descansar por el resto de sus días, pero la vocación por atender a los niños de su comunidad lo han llevado a trabajar aún más que cuando estaba en plena etapa de juventud, pues los recibe con la mejor actitud y no solo, sino que no les cobra un solo centavo por las consultas.
Desde hace tres décadas él junto a su esposa Eva –quien también es enfermera–, prestan sus servicios en el hospital Praia de Leste, el cual queda en la región de Pontal do Parana. Ivan siempre quiso ser médico y se forjó con la mentalidad de ayudar sin importar del todo el sueldo que recibiera, siempre y cuando lo ayudara a cubrir las necesidades básicas que todos tenemos para vivir y por supuesto que su mujer lo acompañó en esta decisión.
Pasaron los años y para 2005 las cosas cambiarían drásticamente pues después de servir fielmente y todos los días, Ivan recibiría su jubilación. Esto lejos de desanimarlo y hacer que se retirara para siempre de su profesión, lo motivó a seguir atendiendo a los pequeños.
Él junto a su esposa siguen atendiendo a los niños que no pueden pagar una consulta y al parecer no tienen ninguna intención de retirarse, pues lo que hacen es lo que más aman y ver a sus pacientes mejorar los llena como nada en esta vida. No cabe duda que estas pareja, Ivan y Eva, médico y enfermera son unos verdaderos héroes sin capa que merecen un aplauso de pie.