Por milenios, la humanidad se ha hecho algunas de las preguntas más profundas e importantes sobre lo que es importante en la vida.

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Pero una de las cuestiones que más ha intrigado a la humanidad, es el motivo por el cual, los simios -exceptuando a los humanos- tienen un hueso en el pene… A ver, ¿cómo?

Tal vez fue exagerado decir que esa es una de las cuestiones más importantes que se ha hecho la humanidad; pero es algo que la ciencia si se cuestiona, ya que hace 50 millones de años, los primates desarrollaron un hueso en su pene.

Mono

Claro, tampoco es que estemos hablando que tienen un hueso a lo largo del pene; este más bien se encuentra en la punta, como es el caso del chimpancé.

Este hueso, que puede llegar a medir entre cinco centímetros y el tamaño de una uña, se la conoce como báculo (no, no como el de Goku). Pero, ¿qué función tiene ese hueso?

Bueno, no hay una explicación concreta, pero varias de las teorías apuntan a que el báculo puede ayudar a estimular a la hembra, facilitando de esta manera la ovulación.

Otra de las teorías es un poco más escabrosa, pues argumenta que el hueso funciona como un tipo de levantaburros, haciendo a un lado cualquier tipo de obstrucción en la vagina de la hembra.

Pero, en un nuevo descubrimiento, los científicos creen que el báculo prolonga la penetración vaginal:

“Más allá de si es una buena forma de pasar la tarde, la intromisión prolongada es una forma que el macho tiene para evitar que la hembra se escape y copule con otros antes de que su esperma tenga tiempo de hacer la magia.”

Olvídenlo, esto si es bastante escabroso. Claro, hay que recordar que la mayoría de las especies animales buscan con desesperación pasar sus genes.

Pero como esto no se puede quedar así, los científicos han determinado que el báculo ayudaba a mantener una penetración de al menos tres minutos:

“Además, los primates machos con intromisiones más largas tienden a tener un báculo más largo que el de las especies donde la intromisión es corta.”

También se encontró que las especies polígamas -como el chimpancé- tienen un báculo más largo, debido a que las hembra tienen varias parejas sexuales…

Y entonces, ¿qué onda con los humanos?

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Pues a pesar de todo lo que las películas porno nos han hecho creer, los humanos no nos encontramos en la categoría de primates con una prolongación larga…

Según los estudios irrefutables de estos científicos, la duración promedio de la penetración humana es de tres minutos.

Como explicación, creen que la desaparición de este hueso se debió a la monogamia que el humano adoptó; a diferencia de nuestros primos, quienes hacen orgías que a los romanos los haría sonrojarse.

Y para cerrar todo este asunto:

“Por lo general, los hombres humanos tienen una competencia mínima sexual debido a que normalmente las mujeres solo tienen sexo con un hombre a la vez.

Quizá la adopción de este patrón de apareamiento, en conjunto con un período corto de intromisión, fue la última gota para que desapareciera el báculo”.

Pues ni hablar… aunque pensándolo bien, ¿quién demonios quisiera tener un hueso en el pene?

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