“Hay veces en que la realidad supera a la ficción”. Cuántas veces no hemos escuchado esta frase tan trillada, pero que en numerosas ocasiones realmente llega a pasar.
A pesar de que la pérdida de una vida es siempre algo trágico, hay algunas que más que dejarnos tristes, nos hacen poner una cara de…, ¿pero qué demonios?
Como el caso de Travis Malouff, ciudadano estadounidense de 42 años que este domingo en la ciudad de Denver, entró en un concurso de comelones de la tienda de donas, Voodoo.
¿El reto? Jambarse en menos de 80 segundos una dona de 200gr. Para muchos de ustedes, la cantidad de grasa, azúcar y calorías, es suficiente para que estén pegando el grito en el cielo y hasta que acaben desmayándose.
Pero lo que el pobre Sr. Malouff nunca se imaginó, era que se iba a asfixiar por comer semejante monstruosidad, falleciendo ante la mortal masa de pan y azúcar.
Para colmo, el mismo día, una joven de 20 años falleció en un concurso similar en la Universidad del Sagrado Corazón en Fairfield, Connecticut.
Este tipo de concursos es muy común en los Estados Unidos, pero como uno de los testigos de este peculiar incidente indica:
“Ver a alguien participar en un concurso de comida, es muy estresante. Todo el asunto se ve como un signo de estrés. Nadie se da cuenta de lo que está pasando.
Por triste y trágico que esta noticia sea, no podemos negar que este asunto pareciera haber salido de cualquier capítulo de Los Simpsons.
En fin, recuerden que masticar es una de las partes más importantes de comer. Les recordamos que no somos patos para simplemente tragar.