La tripulación de la Starliner, una cápsula diseñada por Boeing en colaboración con Bigelow Aerospace para la NASA, como parte de un programa de desarrollo que comenzó en 2006, no solo estrenará un medio de transporte sino también unos trajes padrísimos.

Es mentira que el anaranjado sea el nuevo negro, porque en esta ocasión los trajes son azules. Según Boeing, lo importante es que esta ropa brinda a los astronautas funcionalidad, comodidad y protección. Este nuevo diseño es 40 por ciento más ligero que el anterior y además permitirá que los que los lleven puestos estén más frescos. Los guantes permitirán a los astronautas interactuar con las pantallas de las tabletas en las cápsulas, las botas facilitan la circulación del aire, el casco está equipado con las herramientas necesarias para mantener la comunicación con la base.

Los rebeldes de la NASA

La presentación de este nuevo traje se da en un momento histórico difícil para la NASA y Estados Unidos en general. Después de que Trump clausuró la sección de cambio climático en la página de la Casa Blanca –y sobre todo por el hecho de que ha afirmado que francamente eso ni existe y es un invento de los chinos–, la NASA sacó un Twitter alternativo con la finalidad de seguir comunicando hechos reales. La cuenta oficial de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio sigue funcionando con normalidad. Pero ante la posibilidad de ser censurados, como ya ha pasado con las cuentas de otras oficinas estadounidenses, algunos de los miembros de la NASA estarán compartiendo información veraz de forma anónima en esta cuenta.

 

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook