Ayer, varios afortunados al fin pudieron poner sus garras encima a la nueva consola de la Gran N, el Nintendo Switch.
A pesar de la euforia que la consola ha causado, Nintendo se ha visto reticente en sacar varias unidades del Switch, haciendo que pocos la hayan podido conseguir en su día de lanzamiento. Es por eso que demostraciones como la siguiente hacen que los gamers del mundo hagan bilis:
Mientras que muchos de nosotros quisiéramos estar ahí para darle una buena cachetada por tirar, una y otra vez la consola portátil, no podemos negar que esta prueba resuelve una de las grandes dudas que muchos tenían sobre el aparato, su resistencia.
Cuatro o cinco caídas fueron necesarias para afectar al aparato y dañar los controles del Switch. Aunque los Joycon se fueron rompiendo poco a poco con cada caída, la pantalla del portátil no se estrelló, la máquina siguió funcionando y seguía corriendo el juego de The Legend of Zelda: Breath of the Wild.
Pues bueno, al menos no tendrán porque temer que su lujosa consola de 10 mil pesos deje de funcionar a la primera caída. Eso sí, tengan mucho cuidado con los controles, ya que estos son la parte más frágil de la consola y la verdad no están nada baratos.