Casarse trae consigo muchísimos gastos, y claro, reducir costos es algo que cualquier pareja busca a la hora de echarse la soga al cuello.
Una de las cosas más costosas es el servicio de video, algo que para ser honestos consideramos un total desperdicio, pues esas películas son vistas muy pocas veces después de que pasó el bodorrio. En fin, para ahorrarse el dinero que invertirían en este servicio, Addie y Marshall Burnette decidieron que en lugar de contratar a un extraño para grabar su boda, mejor delegarían la tarea a una conocida de toda su confianza: Su perra Ryder.
Como los novios se creían muy alternativos y originales, quisieron que su boda fuera en la nieve de Roan Mountain, en Carolina del Norte -es que ahí tuvieron su primera cita-. Para que la cosa fuera todavía más especial (y les saliera más bara) le colocaron una GoPro a su amigable husky, quien se encargó de filmar los pormenores del evento.
De esta forma, pensaban que el video sería mucho más entretenido que los de una boda convencional, donde las tomas son repetitivas y casi todos se aburren al verlo. Cualquiera pensaría que es un disparate dejar que un perro grabe tu boda, pero Ryder supo captar los momentos más importantes.
Chequen:
Pues la verdad le quedó bien, al menos mejor que las que filma mi primo que estudió Comunicación en la UVM.
En realidad esta boda tuvo lugar en noviembre del 2014, pero fue compartido en la red hace apenas una semana, sin sospechar que se volvería viral. En la descripción del video Marshall comentó:
“Fue frío y mágico. Nuestra perra Ryder insistió en grabar el vídeo de boda, así que le permitimos hacerlo. Se tomó su tiempo después para editar el material grabado, pero creemos que hizo un gran trabajo”.
A ver si el tal Marshall no monta una empresa de perros que graben eventos sociales.