Han pasado casi 6 años desde que Steve Jobs falleció debido a un cáncer de páncreas. Es realmente triste saber que así nos dejó un hombre que por mucho tiempo fue la inspiración de varias personas. Queremos creer que existen mejores maneras para recordarlo, como su legado o su peculiar manera de ver varios aspectos de la vida.

Independientemente de la creación de la Apple I en los años 70 y todas las innovaciones tecnológicas que compartió con el resto del mundo en años posteriores, Jobs también llegó a mostrar la resolución que tuvo acerca de su inminente muerte y nos dio a entender que no era una idea que le asustaba. Todo fue durante un discurso que dio en la Universidad de Stanford en 2005, dos años después de que se le diagnosticara el mal que acabaría con él.

Un discurso profundo acerca de la vida y la muerte

Mientras estuvo en el campus, el buen Steve platicó un rato con los estudiantes, contándoles primero la historia de cómo dejó la universidad para poder evadir las clases de que no eran de su interés. También les habló de cómo en vez de asistir de manera común, prefirió dormir en el piso de un amigo suyo para así poder ir a la clase de tipografía que después le ayudaría a obtener la inspiración y conocimiento necesarios para diseñar su primera Mac.

Después abordó el tema de cómo fue despedido por la junta directiva de su propia compañía a diez años de haberla fundado. Pero lejos de sonar sentido o lleno de rencor, parecía de una manera estar agradecido:

“En ese momento no me di cuenta, pero haber sido despedido por Apple fue la mejor cosa que me pudo haber pasado. La carga de ser alguien exitoso fue reemplazada por la ligereza de ser de nuevo un principiante y estar menos seguro de todo.

Me liberó para entrar a uno de los periodos más creativos en mi vida.”

Jobs continuó con su historia y platicó acerca de la creación de NeXt y Pixar; cómo tiempo después estas fueron compradas por Apple y debido a eso, consiguió regresar a la compañía.

“Estoy seguro de que nada de esto hubiera pasado si no me hubiesen despedido de Apple. Por eso no pierdan la fe. Estoy convencido de que la única cosa que me mantuvo de pie fue que amaba lo que hacía.

Ustedes tienen que encontrar aquello que aman.”

Finalmente, haciendo consciencia una vez más de que en algún momento dejaría de existir, Steve Jobs confesó que se hacía la misma pregunta cada mañana: “Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿me gustaría estar haciendo lo que estoy apunto de hacer?”

Esto fue lo que respondió:

“Y la respuesta siempre ha sido ‘No’ por muchísimos días seguidos, porque yo sé que necesito cambiar algo.

Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco de evadir aquella trampa que te hace pensar que tienes algo qué perder. Ya estás desnudo. No hay razón alguna para no seguir a tu corazón.

La muerte es realmente el mejor invento de la vida. Es el agente de cambio que tiene ésta. Limpia lo que es viejo para abrir paso a lo nuevo que está por venir.”

Son unas palabras con mucha fuerza, ¿no creen? No podemos negar que están llenas de razón. Sólo se vive una vez y debemos hacer todo eso que deseamos intensamente, ya que en muchas ocasiones, no habrá una segunda oportunidad.

Vamos a aplicar esta lección del señor Jobs en nuestras vidas; una enseñanza de alguien que partió de este mundo para dejar que lo nuevo traiga promesas de uno o muchos cambios.

Fotos: Getty Images

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