Mientras que por estas tierras, personajes que toda su vida fueron bien hojaldras, claman por pasar sus últimos días fuera de prisión (cof, Elba Esther, cof), en otros países las almas buena ondita quieren ver qué se siente estar tras las rejas.
Caso ejemplar el de doña Annie, una viejita de 99 años quien pasó un rato guardada en una cárcel de Holanda. No por delincuente ni nada parecido, sino porque como parte de su lista de últimos deseos, quiso ser arrestada y encarcelada.
De acuerdo con medios locales, la casi centenaria mujer siempre quiso vivir la experiencia que sólo es reservada para gandallas del calibre de la maestra Gordillo o ex gobernadores corruptos. Y, como por aquellos lares (específicamente el pueblo de Nijmegen-Zuid) la justicia no tiene mucho trabajo que hacer, no tuvieron problema en cumplir uno de los últimos deseos de la señora.
La propia policía del pueblo ubicado al este de Holanda compartió las imágenes del enternecedor evento. En ellas se puede ver a Annie con las esposas colocadas y toda la onda.
Cabe destacar que las autoridades holandesas son relajadas, pero no tanto: aunque dejaron que la mujer estuviera del otro lado de la libertad, las fotos no fueron tomadas al interior de una celda, sino en el lugar reservado para los acusados, previo a que de verdad sean encarcelados. “Un día para recordar”, cierra el mensaje de la policía de Nijmegen-Zuid.