Pocas cosas se disfrutan más que una cerveza bien fría. Sin importar el clima, el día o la hora, un trago de cerveza tiene el poder de resetearnos la vida y sobre todo si está bien fría, ¿a poco no? Pero.. ¿Te has preguntado qué es lo que hace que su sabor y aroma sean tan especiales? Acá te contaremos cuál es el secreto que hay detrás de una buena cerveza.
Esta bebida tiene su origen hace miles de años en Mesopotamia, pero fue hasta la Edad Media, dentro del continente europeo, cuando tomó protagonismo. De hecho, durante esta época la cerveza únicamente podía ser preparada por mujeres, y fueron ellas quienes se encargaron de perfeccionar la técnica de elaboración probando con varias fórmulas, hasta dar con un ingrediente que se encargó de elevar su sabor: el lúpulo.
¿Qué es el lúpulo?
Mira, el lúpulo es un tipo de planta que se encarga de contrarrestar el dulzor de la cebada malteada para darle equilibrio, intensidad y madurez a la cerveza, y el aroma y sabor que tanto nos encanta. Pero para que esto ocurra, esta plantita debe conservarse a una temperatura baja y sin entrar en contacto con el aire.
Como buen catador de cervezas seguro has probado una inmensa variedad y habrás notado que el aroma y sabor son distintos. Esto se debe a que existe una amplia gama de lúpulos, cada uno con un sabor aromático diferente, que puede variar dependiendo de la región donde sean cultivados. Es por eso que el sabor de las cervezas americanas es distinto al de las europeas. ¡Vaya, vaya!
¿Cómo se elige el lúpulo para una cerveza premium?
Para elaborar una cerveza premium el lúpulo debe ser seleccionado a mano para asegurar un aroma, amargor y sabor inigualable. Y esto lo puedes comprobar al disfrutar de una Cerveza Stella Artois, la cual se elabora cuidando hasta el más mínimo detalle para ofrecer una bebida única y sofisticada.
Además, Cerveza Stella Artois es perfecta para acompañarte en tus momentos más especiales y transportarte al sabor más fino de Europa. ¡No por nada su sabor es de otro nivel! Compruébalo por ti mismo.