Para que el rumbo de las mujeres cambiara a lo largo de la historia y tuvieran la oportunidad de siquiera expresarse cuando les viniera en gana, muchas otras más tuvieron que luchar contra lo imposible para abrir paso a las nuevas generaciones. Una de esas guerreras fue Matilde Montoya, la primera médica mexicana que a sus 16 años logró obtener su título y con ello sentó las bases para que otras mujeres pudieran cumplir sus sueños.
Google decidió conmemorar el natalicio de Montoya con un Doodle que la ilustra a ella y a un montón de mujeres dedicadas a la misma profesión que tuvieron la oportunidad de hacerlo gracias a ella.
Para que Matilde Montoya lograra lo que en 1875 se creí imposible, tuvo siempre el apoyo de su madre, quien la alentó a seguir con sus estudios y la ayudó para que con tutores privados terminara la primaria, sin embargo, se superó a sí misma y a los 13 años pasó la prueba para convertirse en maestra de nivel básico.
Luego de eso, se inscribió en la Escuela de Obstetricia y más tarde, aun siendo una adolescente, comenzó a trabajar en un hospital. Al cumplir los 16 años, Matilde Montoya recibió su título y pasó a trabajar en la Casa de la Maternidad, la cual curiosamente se especializaba en atender los partos de madres solteras.
Sin embargo, cuando Matilde quiso ingresar en la Facultad de Medicina de México, el acceso le fue denegado, todo porque las reglas solo admitían a hombres y no a mujeres. Pero eso no la detuvo, por lo que se decidió a escribirle una carta al presidente en turno, Porfirio Díaz, quien la apoyó e hizo que pudiera ser aceptada.
Por si fuera poco, una vez que pudo entrar a la Facultad pensó no solo en la oportunidad que le habían dado, sino en aquellas mujeres que como ella querían continuar sus estudios, por lo que solicitó a la Cámara de Representantes actualizar las reglas de la Escuela de Medicina para que otras alumnas fueran aceptadas.
Aunque Matilde pudo ingresar y continuar con sus estudios, su camino se vio plagado de burlas de parte de sus compañeros quienes la señalaban como una “mujer imprudente y peligrosa”. ¿Su delito? Querer convertirse en médico.
Pese a las piedras en el camino Matilde Montoya obtuvo su título de médico en 1887 e incluso el propio Porfirio Díaz así como su esposa asistieron a la ceremonia donde la joven se convirtió en doctora en cirugía y obstetricia.
En aquellos años, Matilde pudo desenvolverse como médico, sin embargo, sus oportunidades aun seguían siendo menos que las de los hombres, ya que su paga era notablemente menor a la de sus compañeros. Aun así, gracias a que ella no quitó el dedo del renglón, hoy en día hay muchas más mujeres ocupando puestos de importancia en el ámbito médico y la brecha salarial está desapareciendo poco a poco.