Lo que necesitas saber:
Los callejones son otro de los elementos característicos de la CDMX. Algunos de ellos son románticos e inspiradores y otros resultan ser lugares terroríficos.
La capital mexicana es famosa por conservar sus tradiciones y su belleza a través del tiempo. Entre sus lugares típicos encontramos sus callejones, algunos de ellos guardan leyendas de terror y otros han sido refugio de poetas y enamorados. Aquí una recopilación de estas calles estrechas, esos icónicos callejones bonitos y macabros de la CDMX.
Las leyendas prehispánicas y coloniales van de la mano con la vida cotidiana chilanga. Aunque en la Ciudad de México tenemos enormes rascacielos, modernos centros comerciales y parques recreativos, muchas de sus calles y edificios continúan como un libro abierto que cuenta el hermoso pasado mítico que nos rodea cada día.
Así son estas callejuelas, algunas con varios siglos de existencia, con sus historias románticas o de amores perdidos o de aparecidos, ceremonias oscuras y lamentos en la noche. Los callejones de la ciudad siguen dándole a la CDMX un aire de leyenda que sobrevive con el paso del tiempo.
Callejones bonitos y macabros en la CDMX
Callejón de Dolores (Centro Histórico)
También conocido como Salsipuedes o Callejón de las Damas, es uno de los más famosos del centro de la ciudad. Actualmente forma parte del Barrio Chino y la leyenda cuenta que un enamorado apuñaló ahí a una joven por sentirse rechazado, y mientras ella intentaba escapar él le gritaba “¡Sal si puedes!”, aunque también se le conoce así por su trazo y por no tener salida.
En él se han filmado varias películas, como “Distinto amanecer” con Pedro Armendáriz y Andrea Palma o “Un rincón cerca del cielo”, con Pedro Infante y Marga López. Hoy es un lugar histórico de la CDMX, lleno de relatos y leyendas y antiguo refugio de amantes y criminales.
Callejón o cerrada de la Amargura (San Ángel)
La calle de la Amargura es una de las más emblemáticas del barrio de San Ángel con su empedrado, sus casas con balcones, sus jacarandas y bugambilias y también tiene su propio callejón. Según cuentan, tomaron su nombre por un amor trágico entre un español y una joven mexicana, pues el enamorado asesinó a su suegro por creerlo un rival en amores y ella murió de pena.
El dicho dice “me traen por la calle de la amargura” cuando hay un mal de amores. El callejón, o cerrada de la Amargura, también está rodeado de leyendas de desamor, dolor y tristeza, pues cuentan que era un lugar de despedidas dolorosas, aunque su nombre también recuerda el sufrimiento de la pasión de Cristo. Es un lugar nostálgico y su entrada está marcada con un pintoresco arco colonial que nos lleva al pasado.
Callejón del Aguacate (Coyoacán)
Si hablamos de lugares con leyendas terroríficas de la CDMX, este callejón de Santa Catarina, en Coyoacán, resulta uno de los más emblemáticos. Cuenta la leyenda que en la década de 1930 un militar retirado y atormentado por la guerra mató a un niño que lo admiraba cuando lo veía caminar por el barrio. El militar dejó colgado al niño de un árbol de aguacate del callejón.
El lugar cuenta con muchas otras historias macabras. De día parece un lugar tranquilo, pero los vecinos cuentan que de noche se escuchan lamentos, se ven sombras y ocurren otros fenómenos paranormales y se dice que el espíritu del niño y del militar deambulan por ahí. En una esquina hay un nicho con una Virgen María, colocada ahí por el militar arrepentido, según la leyenda.
Callejón del Beso (Azcapotzalco)
Este lugar le rinde tributo al famoso Callejón del Beso de Guanajuato, así como a la canción “Bésame mucho” de la compositora e intérprete Consuelo Velázquez y se inauguró oficialmente en 2016 para conmemorar el centenario de su nacimiento. Aunque no tiene leyendas del pasado como otros, ya es muy visitado por muchas parejas para tener buena suerte en su relación.
Los muros de la calle por la que se entra a esta callejuela están decorados por varios artistas urbanos con murales de parejas besándose, entre ellas, algunas icónicas del cine nacional. El callejón tiene bancas para que las parejas pasen un rato, y aunque es famoso, es un lugar tranquilo donde se puede platicar a gusto.
Callejón de la Danza (La Merced)
Ubicado junto al antiguo mercado de La Merced, este callejón de la esquina de República del Salvador y de Uruguay, también conocido como la “Cueva de los Nahuales”, tomó su fama durante el virreinato, porque era un lugar donde se practicaban rituales perversos. Por las noches nahuales y brujas pintados y vestidos con plumas realizaban ceremonias oscuras alrededor de un fuego y se cuenta que robaban niños y bebés de las casas de los alrededores.
Los vecinos se encerraban en sus casas y veían a estos “danzantes” como seres sobrenaturales, hasta que una noche un valiente soldado del cuerpo de arcabuceros del virrey entró para terminar con el misterio.. Al ver que no se trataba de espectros o demonios, llamó a más soldados para arrestar a los miembros del aquelarre y así la paz llegó al callejón, en el que hoy encontramos varios locales comerciales.
Callejón del Diablo (Mixcoac)
En la CDMX no falta el callejón donde, según cuentan, se apareció (o se aparece) el diablo. Al ser un lugar estrecho y largo, es raro quien se atreve a cruzarlo de noche. Hace tiempo tenía árboles por su camino y una leyenda cuenta que un hombre se atrevió a atravesarlo de noche, pero que a medio camino vio una sombra detrás de un árbol.
El caminante se acercó sin miedo, pero reconoció al mismo satanás y al tratar de escapar el piso se hundió bajo sus pies. Aun así, logró escapar y contar su aventura. Otra leyenda dice que un hombre pasado de copas vio también una noche a una extraña figura recargada en un árbol. Al creer que lo iba a atacar la enfrentó y se encontró con una figura horripilante. Este callejón está entre las calles de Campana y Río Mixcoac.
Callejón de la Condesa (Centro Histórico)
Es otro callejón icónico del Centro Histórico de la CDMX y está entre el Palacio de Minería y la Casa de los Azulejos. Antes conocido como callejón de Dolores, tomó su nombre porque por ahí salían los carruajes de la condesa del Valle de Orizaba, que habitaba donde hoy tenemos el Sanborn’s de los Azulejos.
Cuentan que en una ocasión, dos carruajes entraron al callejón en direcciones opuestas y ninguno quiso ceder el paso al otro. Así permanecieron por tres días y tres noches hasta que la autoridad los hizo regresar por donde venían. Hoy este callejón es famoso por ser un interesante tianguis de libros antiguos y usados.
