En junio de 2016, se llevó a cabo una reunión de líderes de Estado entre el entonces presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente de México, Enrique Peña Nieto. Cuando los tres intentaron saludarse, vivieron una situación bastante incómoda, pues el saludo a seis manos resultó engorroso y sobre todo, bochornoso.
Los ojos estaban puestos sobre ellos, todos los fotografiaban, grababan y ellos simplemente no podían ponerse de acuerdo para saludarse en la cumbre de los países norteamericanos en Ottawa, Canadá.
Como sabes, el que más pasó vergüenzas fue Peña Nieto, ya que después del extraño saludo, él fue el primero en descender del escenario donde posaron para la fotografía oficial y de pronto se dio cuenta que Obama y Trudeau se quedaron observando el Parlamento de Ottawa. Al ver esto, Peña regresa y se limita a observar el paisaje y a escuchar la conversación entre Barack y Justin que seguramente hablaban en inglés. ¿Les habrá entendido?
Como sea, este no fue el único Peñazo que aplicó nuestro presidente, pues cuando intentó plantar un roble rojo americano, aseguró a todos los presentes -la prensa incluída- que “era difícil sembrar un árbol con una pala tan pequeña”. De hecho, en los videos que circularon en redes sociales se ve cómo le cuesta trabajo echarle tierra al árbol y al final termina por perder la paciencia. Ay Peña…
Sacamos a colación esto, precisamente porque hoy arribó a México Justin Trudeau, quien junto con su esposa, Sophie Grégoire, estarán en nuestro país para su primera visita oficial que durará dos días.