S¿Qué sería de este mundo si Adolf Hitler jamás hubiera ascendido al poder? Aunque no lo crean, la respuesta pudo haber formado parte de la historia en 1918, porque de acuerdo a una publicación realizada por la BBC, el mismo dictador confesó que su vida llegó a estar en grave peligro a causa de una persona.
Si tuviéramos que creer esta historia por un momento, diríamos que fue el 28 de septiembre de 1918 cuando Hitler se encontró con un hombre llamado Henry Tandey en circunstancias violentas.
Para ese entonces, Hitler era tan sólo un subcabo en el ejército alemán, así que ustedes mismos piensen: ¿podría un novato enfrentarse contra Tandley, quien era conocido por ser el soldado más condecorado del ejército británico?
Spoiler alert: Hitler era el segundo a la derecha en la fila superior y no, no tenía oportunidad alguna de ganar.
Bueno, pues Adolf había sido herido y era incapaz de pelear, así que era la oportunidad perfecta para darle cuello. Sin embargo, por razones que no conocemos, su oponente decidió perdonar su vida.
“Ese hombre estuvo tan cerca de matarme, que por un momento pensé que jamás volvería a ver Alemania”, dijo el dictador supuestamente. “La Divina Providencia me salvó de ese fuego diabólico y certero mientras esos soldados ingleses nos apuntaban.”
Hitler aseguró haber reconocido al hombre que lo salvó, al ver su rostro en la obra del famoso pintor Fortunino Matania. Pero los expertos piensan que dicho encuentro nunca ocurrió porque algunos registros indican que su unidad y la de Tandey estaban demasiado lejos una de la otra durante lo ocurrido el 28 de septiembre. Además, Hitler había abandonado su puesto dos días antes del suceso, así que era poco probable que se hubieran encontrado.
El Dr. David Johnson, quien escribió la biografía del soldado Henry Tandey, cree que el dictador inventó esa historia para perpetuar su propia mitología:
“Con la percepción de dios que tenía de sí mismo, esta historia tenía como propósito el decir que su vida había sido perdonada porque había algo más grande destinado para él, porque era ‘el elegido’.”
Por su parte, el mismo Tandey procuró tener mucho cuidado al elegir sus palabras a la hora de hablar acerca de lo ocurrido. A pesar de que confesó haber perdonado las vidas de muchas personas en batalla, asegura que Hitler no fue una de ellas.
De haber terminado ahí el asunto, daríamos el caso de esta historia por cerrado. Pero todo quedó en duda después de que Coverty, el pueblo natal de Tandey fuera bombardeado en 1940. Luego de ese incidente, se le escuchó decir lo siguiente:
“Si tan sólo hubiera sabido que él iba a convertirse en eso. Cuando vi a todas las mujeres y niños a quienes mató, sentí pena ante Dios por haberlo dejado ir.”
Algunos expertos dicen que, de haber sido diferentes las cosas para el Führer, su reino de terror hubiera podido evitarse fácilmente. De haberse establecido una república en Alemania sin intervención alguna, la llegada de Hitler al poder no habría ocurrido jamás.
