Imagina que despiertas, sigues tirado en tu cama, agarras tu celular para leer las noticias y lo primero que lees en el día es “El Reloj del Juicio Final está cerca de la medianoche”.
Naturalmente, te sacas de onda. Y es que es justo lo que nos pasó a muchos y por eso les tenemos que contar qué diablos está pasando.
¿Qué diablos es el Reloj del Fin del Mundo?
Suena como a disco de algún grupo emo, pero no.
En 1947, tras los estragos dejados por la Segunda Guerra Mundial, los editores del boletín de científicos atómicos de la Universidad Chicago, crearon de manera simbólica el Reloj del Fin del Mundo, o el ‘Doomsday Clock’ con el fin de concientizar sobre el riesgo que existe tras la aparición del armamento nuclear.
Desde su creación, el reloj marca los minutos que faltan para la media noche, simbolizando que la hora cero sería justamente el evento apocalíptico que podría acabar con todos los humanos.
Que si el calentamiento global, que si una guerra nuclear, que si la gente cree que toda quesadilla debe de llevar queso, esas son cosas que hacen que el reloj se acerque a la temida media noche.
¿Y ahora por qué tan cerca del fin?
El panel de científicos, ha destacado que el 2016 fue el tercer año consecutivo en el que se rompió el récord de temperaturas en el planeta, y si bien existen acuerdos como el Tratado de París y otros esfuerzos, no se pueden ignorar las acciones de Donald Trump, quién en repetidas ocasiones ha dicho que el Cambio Climático es un invento, y que apenas esta semana prohibió a los organismos gubernamentales compartir información sobre la amenaza que esto representa.
Los científicos aseguran que la retórica de Trump, aunado a su su falta de experiencia, son una buena combinación para adelantar el reloj.
Para tener una idea de lo que esto significa, básicamente nunca antes habíamos estado tan cerca de la destrucción del mundo desde 1953, que fue cuando Estados Unidos y la URSS presentaron sus primeras bombas termonucleares, con un poder de destrucción que hasta la fecha sigue siendo desconocido.
“Nunca habíamos decidido mover el reloj basados exclusivamente en las palabras de una persona, pero cuando esa persona es el nuevo Presidente de Estados Unidos, sus palabras pesan”.
¿Entonces?
En su primer año, el reloj del fin del mundo se ubicó a las 23:50 horas, y desde entonces cada año, diversos científicos se reúnen para ajustar la hora dependiendo del contexto en el que vivimos. Este año, el panel de científicos entre los que se encuentran 15 ganadores del Nobel, decidieron adelantar el reloj 30 segundos, dejándolo a tan solo dos minutos y medio de la catástrofe.
Así que si tenemos en cuenta que Donald Trump tiene acceso a misiles nucleares, que no cree en el cambio climático y que está loco, pues igual y ese reloj es el reloj más exacto del mundo.