En las películas de comedia vemos los robos como situaciones chuscas en las que los ladrones pasan de todo y al final, a pesar de sus esfuerzos, nunca logran robarse nada. Entonces se nos vienen a la mente pensamientos como “hay que ser muy estúpido para intentar un robo así”, pero luego nos topamos con historias que nos reafirman que existen este tipo de escenas porque existen ese tipo de personas.
Para comprobarles una vez más que la línea entre la ficción y la realidad es muy delgada, les traemos una historia de aquellas que parecen salidas de un filme. Lo que pasa es que en Charleroi, Bélgica, seis sujetos fueron detenidos al intentar asaltar una tienda por tercera ocasión en un día. Pero esperen, porque la historia es más tonta de lo que parece.
El pasado 20 de octubre cerca de las tres de la tarde, seis hombres entraron a una tienda de cigarros electrónicos con el propósito de llevarse el dinero de la caja registradora. Sin embargo, el dueño les dijo que llegaban en un mal momento, pues era muy temprano y las ganancias eran muy pocas, así que les sugirió mejor se fueran a dar una vuelta y regresaran a las 6:30. Los rateros se fueron y hasta ahí todo bien.
De pronto dieron las 5:30 y la nada inteligente banda delictiva regresó al changarro. El dueño sorprendido les dijo que necesitaban comprarse un reloj, porque él los citó a las 6:30 y no una hora antes. Así que ellos como personas civilizadas dijeron “ah numa sicierto” y se volvieron a ir, prometiendo regresar en una hora para poder completar su delictiva tarea.
Ya dadas las 6:30 los seis hombres llegaron muy puntuales pero no se esperaban que en el lugar los estuvieran esperando dos policías encubiertos, quienes los detuvieron por robo a mano armada. El dueño del lugar le dijo a un diario local que cuando los ladrones llegaron por primera vez a su negocio, hizo la denuncia a las autoridades pero que éstas le aseguraron que los ladrones no regresarían. Aún con eso planearon una emboscada que sí resultó.
Después de esto no queda duda de que estos pillos eran más tontos de lo que la policía pensaba y regresaron para ser arrestados. Sin duda con esta hazaña se llevaron el premio al robo más estúpido del año. ¿Quién dice que estas cosas sólo pasan en las películas? JAJAJAJAJA