Ah, la serpiente… esa fantástica criatura perteneciente al reino de los saurópsidos (reptiles) siempre ha sido un símbolo de misterio en el reino animal. Quienes no hemos estudiado a los seres vivos que habitan en nuestro planeta, sabemos muy poco de toda su especie y sólo tenemos conocimiento de lo básico: se arrastran, sacan su lengua constantemente, perciben la temperatura de su entorno de un modo muy peculiar y se echan al plato todo lo que crean comestible.

Es muy importante señalar lo último, porque hoy tenemos para ustedes una historia muy especial. Por supuesto, tiene como protagonista a uno de estos animalitos, cuyo apetito lo llevó a aprender la lección más importante en su vida y quizá también la última.

Todo tuvo lugar en cierta parte de Brasil, donde una víbora andaba buscando algo rico para cenar y de pronto se topó con un puercoespín. Pensamos que el reptil se hallaba en una situación desesperada, porque no reparó en quererse echar un taquito de aquel mamífero.  Tampoco estábamos muy seguros del método que usaría para lidiar con aquel detalle que lo hace famoso.

¡Ay güey! ¡Pidos, pidos!

El depredador hizo lo suyo: se lanzó contra el animalejo y usó sus habilidades como constrictora para suprimir sus movimientos, aunque no tomó en cuenta lo que mencionamos antes. Fue así como terminó convirtiéndose en un extraño alambre de serpiente que parecía estar listo para freírse.

Para despedirnos, sólo diremos que, en ciertas ocasiones, el reino animal está lleno de sucesos mágicos que maravillan nuestros sentidos y en otras, de valiosas lecciones de vida. En cuanto a la desafortunada criatura que vieron en el clip, queremos pensar que se recuperó de todas sus heridas y que la experiencia la hizo más sabia.

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