Si les preguntáramos cuál ha sido la experiencia más extrema que han tenido al echarse unos tragos, estamos seguros de que muchos de ustedes nos contarían historias bastante buenas, pero no muchos han podido superar el caso que acabamos de encontrar.

Todo comenzó cuando un tipo de 25 años llamado Kamil, originario de las lejanas y misteriosas tierras de Polonia, decidió que era hora de beber como un guerrero. Una vez que se puso hasta las chanclas, se sirvió otro trago, luego otro y después muchas más, hasta que todas las luces se apagaron.

Pueden pensar que todo terminó en una cruda normal, como la de todos los que tomamos hasta el hartazgo, pero no fue así. Este cuate sufrió de envenenamiento por alcohol y, después de ser llevado al hospital, fue declarado muerto por un ataque cardiaco.

Su cuerpo sin vida fue llevado a la morgue, donde lo desvistieron y lo pusieron en uno de los fríos cajones en espera de una autopsia. Pero, como si fuera una película de zombies, nuestro amigo volvió a la vida y todo lo que encontró frente a él fue completa oscuridad.

Escena de Los Simpson

Al no saber qué hacer en una situación como esa, lo único que Kamil pudo pensar fue en pedir ayuda. Por fortuna para el no-muerto, había un guardia de seguridad cerca que había escuchado sus gritos.

Desnudo y medio congelado, el protagonista de esta historia sólo pudo decir una cosa: “¿Me das una cobija?”

Tras hacer un par de pruebas de rutina, los doctores decidieron dejar que el muchacho se fuera a casa. Sin embargo, este quería celebrar que había logrado burlar a la muerte y, ¿cómo creen que lo hizo? Si pensaron que fue yendo a un bar para echarse unas frías, adivinaron.

Esta es sin duda, una de esas historias para contar en las fiestas, ¿no creen?

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook