El Empire State, el rascacielos que dominó el horizonte de Manhattan por décadas, ha sido inspiración de incontables trabajos artísticos y culturales; sin embargo, sus 102 pisos también han sido usados por los suicidas como plataformas para lanzarse al vacío. Ésta es una de esas historias que no acabó como se esperaba.
Aproximadamente a las 11:30 de la noche de ayer, Nathaniel Simone, un joven originario de Massachusetts de 33 años, escaló la cerca de seguridad del mirador del la planta 86 del edificio para lanzarse al vacío en un intento de suicidio; sin embargo, su cometido no fue cumplido pues sólo cayó un piso abajo, en la planta 85.
Tras la caída, el hombre se rompió el tobillo, herida que le ganó un viaje directo a un hospital cercano.
De acuerdo a las autoridades, el intento de suicidio de Simone hizo que se le imputaran cargos por conducta inapropiada, invasión de propiedad privada (a esas horas ya habían cerrado el edificio) y por poner en peligro la seguridad de la población.
No creemos que haya algo más deprimente que intentar suicidarte, fallar y, de pilón, ser imputado con varios cargos derivados de un intento fallido por quitarse la vida.