Todos, absolutamente todos, hemos tenido un ex novio/a que ha sido peor que una piedrita en el zapato. Ya sabes, esa persona a la que tu mamá no quería y que todos tus amigos se empeñaban en hacerte ver que no era la dulce palomita que tú pensabas, pero que tú defendías a capa y espada.

Claro que como diría el poeta y amigo José José, el amor acaba, y cuando decidiste dejar a esa persona, te comenzaste a enterar de que había hecho tantas cosas que te daba coraje el no haberla terminado antes. Pues algo así le ocurrió a Eric Abramovitz, un prestigiado clarinetista de Canadá que se dio cuenta que su ahora ex novia le arruinó la oportunidad de entrar a la escuela de sus sueños y frustró, en su momento, su carrera en la música.

Eric Abramovitz

Nuestro compadre Eric se encontraba estudiando su segundo año en la Universidad McGill, cuando decidió postularse al Conservatorio de Música Colburn, ubicado en Los Ángeles, al cual quería ingresar para poder estudiar con Yehuda Gilad, un profesor de clarinete muy famoso y quien solo acepta a dos estudiantes nuevos por año. Eso además de que la institución te otorga una beca, un cuarto y los gastos pagados para que puedas vivir ahí.

Yehuda Gilad, el maestro que supo enseñarle.

Total que en el 2014 por fin hizo su audición en vivo para la cual pasó días y noches practicando. Días más tarde recibió en su bandeja de entrada un correo del profe Gilad, en el que le decía que no había sido aceptado. El pobre Eric quedó destruido y devastado, pero continúo sus estudios en McGill, y dos años después, cuando volvió a intentar entrar a Colburn, se enteró que siempre sí había entrado al conservatorio.

Achis achis los mariachis, ¿cómo estuvo entonces? Resulta que la ex novia de Eric Abramovitz, quien también estudiaba música, se metió al correo de su entonces novio y respondió la carta de aceptación que le había mandado el profesor Yehuda Galid, diciendo que le agradecía mucho la oferta pero que la rechazaba porque estaría en otro lado.

Luego de borrar dicho mail, esta chica loca creó un correo falso con el nombre del maestro y le mandó a su novio una carta en la que le decía que no había logrado ingresar al conservatorio. Y su malvado plan funcionó hasta 2016 cuando Eric volvió a aplicar la audición para entrar a Colburn y logró quedarse. Fue ahí cuando el profesor lo vio y le preguntó qué hacía ahí, pues había rechazado la primera carta de aceptación que le mandó.

Eric no entendía y le enseño al maestro el correo que había recibido hace años. Obvio éste le dijo que ese correo ni era de él y nuestro querido clarinetista se confundió aún más. Fue uno de sus amigos quien planteó la posibilidad de que su ex novia estuviera detrás de todo el engaño, pues vivió con ella un tiempo y  tuvo más facilidad de acceder a su computadora.

Y efectivamente, Eric intentó abrir el correo desde donde le llegó la carta de rechazo y para ello, utilizó una contraseña que su ex usaba para Facebook. No pues imagínense lo que sintió el pobre cuando la contraseña lo dejó entrar y vio que el único correo que había ahí era el que le había llegado a su correo. Hasta yo sentí feo, la verdad.

Sin embargo, no todo acabó tan mal para el buen Abramovitz, pues además de que al final sí pudo estudiar con el profe que quería y en la escuela a la que anhelaba entrar, demandó a su ex por esta bajeza y ahora ella deberá pagarle casi 350 mil dólares canadienses (que viene siendo más de 5 millones de pesos mexicanos) por “traición reprensible de confianza e interferencia despreciable en su carrera”, según dictó un juez.

Este caso es digno de un capítulo de La Rosa de Guadalupe, pero también para que veas que sí hay personas iguales y hasta peores que tu ex. Todos cambiando sus contraseñas en 3…2…1…

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Redactora de música, entretenimiento y noticias. Llevo siete años en medios de comunicación y he tenido la oportunidad de conocer, entrevistar y escuchar en vivo a mis artistas favoritas.

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook