Después de la saga de Sharknado, no habíamos visto algo tan ridículamente tonto relacionado con tiburones… pero ahh, la humanidad no deja de sorprender y nos trae este caso, que va que vuela para convertirse en un clásico: el robo de un tiburón al que hicieron pasar por un bebé.
¡¡¿Guat?!! Es lo mismo que exclamaron los policías de San Antonio, Texas, cuando recibieron la llamada del Acuario de Leon Valley. De propia voz de la manager general del acuario, Jenny Spellman, fueron informados que tres sujetos habían robado un tiburón cornudo de uno de sus contenedores… lo cual no suena tan descabellado, pero el asunto tomó tintes ridículos cuando se describió la forma en que se perpetró el crimen.
Según lo narrado (y después confirmado al ver las imágenes de las cámaras de seguridad), el trío criminal ingresó al acuario y, aprovechando un descuido de la seguridad del lugar, de forma nada disimulada pescó de un contenedor al tiburón cornudo, para después envolverlo en una toalla y esconderlo en una carriola.
Una vez con el botín, el trío huyó del lugar. Sin embargo, dada la torpeza con la que se cometió el robo, uno de los empleados notificó a la gerente. Sólo fue cuestión de checar las grabaciones para obtener más datos y hablar a la policía.
De acuerdo con el jefe de la policía en Leon Valley, Joseph Salvaggio, cuando recibieron la llamada y se les notificó el asunto, creyeron que se trataba de una broma. No muy buena. Sin embargo, al atender al llamado vieron la triste realidad. “Es obvio que la persona sabía lo que estaba buscando y fue específicamente a ese área”, señaló Salvaggio, haciendo referencia a que al ladrón se le hizo fácil, dado que el tiburón se encontraba en un área en que los visitantes del acuario pueden interactuar con los peces.
De acuerdo con diversos medios, los sospechosos fueron identificados y dos de ellos ya fueron detenidos. Por suerte el tiburón fue devuelto y, pese a que evidentemente los ladrones no tenían idea de cómo cuidar al escualo, éste parece estar en buenas condiciones.
Se prevé que los detenidos sean imputados – además del robo – con cargos federales, ya que se necesitan permisos para poseer animales exóticos y, aparentemente, en el lugar en que se resguardo al tiburón había más especies del tipo. Mundo loco.